El pacto por la ciencia firmado recientemente por todos los grupos políticos de las Cortes de Aragón incluye la adopción de las medidas «oportunas» para que aquellos investigadores que, habiendo llegado a su edad de jubilación, estén llevando a cabo una actividad «de especial relevancia» puedan continuar con ella. Así lo recoge el texto del pacto, al que ha tenido acceso este diario, y que dará pie a la Ley de la Ciencia que el Gobierno aragonés confía en tener lista entre febrero y marzo.

El aplazamiento de la jubilación de investigadores relevantes forma parte del objetivo de retener, potenciar e incorporar talento expuesto en el texto del pacto como uno de los principales objetivos. En ese ámbito también se enmarca la necesidad de acabar con la fuga de cerebros -salida al exterior de jóvenes investigadores--, ante la falta de financiación. «Es necesaria una particular sensibilidad para hacer posible que cualquier joven, altamente cualificado con capacidad potencial investigadora o innovadora, pueda desarrollar en Aragón su actividad profesional», expone el texto. A estos efectos, se propone la creación de una «estructura estable» de coordinación e intercambio de información entre el Gobierno de Aragón, empresas, sindicatos y las comunidades educativa e investigadora.

TALENTO

En todo caso, el pacto informa de que, en la última década, Aragón, junto a País Vasco y Cataluña ha sido pionera en políticas y programas de atracción y retorno de investigadores, esencialmente a través de la fundación gubernamental Araid. «Resulta esencial consolidar y fortalecer esta política, garantizando financieramente el logro de sus objetivos de crecimiento y proyección públicos», indica el acuerdo.

El acuerdo conlleva cuatro grandes compromisos: con la sociedad y la comunidad científica aragonesas, de estabilidad financiera, de planificación y gobernanza, y convergencia con Europa. El principal objetivo es la financiación y establecer un compromiso ascendente en materia de I+D+i para también hacer frente a otros problemas como la estabilidad laboral de los investigadores. Como ya se expuso en la rúbrica, el pasado mes de diciembre, el objetivo a corto plazo es alcanzar el porcentaje del 1,3% del PIB (actualmente es del 0,9%) de la media nacional y, a medio plazo, llegar a superar la media europea.

GRUPOS

En este sentido, se presta especial atención a los grupos de investigación, «el mayor activo científico de Aragón», cuyo sostenimiento financiero actual es «a menudo, irregular, insuficiente, fragmentado y descoordinado en sus fuentes, lo que dificulta el desarrollo de proyectos de envergadura y potencialidad innovadora». Por eso, el pacto considera «esencial» aumentar el apoyo público tanto a los grupos de investigación en ciencia básica excelente como a los de investigación aplicada a intereses industriales, como «a la incorporación de nuevos grupos emergentes al sistema».

La estabilidad laboral también ocupa un apartado notable entre las pautas a seguir. El pacto expone que «se impone la necesidad de nuevos marcos de desarrollo de la carrera investigadora, que reduzcan la precariedad laboral, la inestabilidad de las líneas de investigación emprendidas, que contemple la existencia de nuevos incentivos que impulsen la labor investigadora y que acorte los plazos para la incorporación de jóvenes, consolidando su carrera investigadora e innovadora».

También se hace hincapié en la necesidad de potenciar la colaboración público-privada y en la propia difusión del trabajo que se realiza en los laboratorios «poniendo al alcance de todo el mundo los resultados de la investigación» y en ganar presencia propia en el Espacio Europeo de Investigación (ERA).