La resolución del Consejo de Estado hizo que muchas víctimas de la tragedia del Yak-42 revivieran los trece años de constante lucha por conseguir que un día como el de ayer llegara. Una de ellas es Ana Ochoa, viuda del sargento primero Miguel Ángel Aldave, quien señaló, en declaraciones a este diario, que la sensación «no es de satisfacción, sino de Justicia». «Todo el mundo lo sabía, pero nadie nos lo reconocía, aunque la verdad se acaba conociendo tarde o temprano», apuntó. También sopesó que «más vale tarde que nunca» a la vez que reconoció que le habría gustado que los tribunales hubieran señalado lo mismo que el Consejo de Estado.

LAMENTO

Ochoa admitió que estaría más satisfecha «si alguien pidiera perdón a las víctimas, ya que nunca nos miraron a la cara».

No obstante, señaló que «eso no va a suceder», teniendo en cuenta las declaraciones del presidente Mariano Rajoy a quien le contestó: «Lo que para ti es pasado, para mis hijos son trece años huérfanos, sin poder abrazar a su padre». «Nosotros ni olvidamos ni podemos hacerlo». Es por ello que no guarda ninguna esperanza en que se hagan efectivas las peticiones de cese como embajador del que era ministro de Defensa en el momento del siniestro, Federico Trillo. «Tuvo 50.000 ocasiones para reconocer que hicieron mal las cosas y no lo hizo, por lo que no lo va a admitir nunca», apostilló.

Ochoa quiso resaltar que el informe emitido por este organismo da la razón a unas familias «a las que el Gobierno trató de locas por intentar revolver todo». «Al final todo lo que decíamos se ha ido cumpliendo, como pasó con la mala identificación de los cuerpos o lo que hoy se ha hecho público sobre la responsabilidad de Defensa», recalcó.