El compromiso de José Luis Rodríguez Zapatero para que presidentes autonómicos participen en las cumbres con los países vecinos afronta su primer escollo. El muy centralizado Estado francés ha señalado al Gobierno español que no quiere líderes de las comunidades en la próxima cumbre bilateral, que tendrá lugar en suelo francés en noviembre. París y Madrid han convenido en que la presencia autonómica se ciña a reuniones transfronterizas, un nuevo formato de encuentros bilaterales que se estrenará el lunes en Barcelona.

Francia ha alegado que las cumbres constituyen un asunto de Estado. En virtud de esa consideración, a este tipo de citas acude el presidente de la República --responsable de la política exterior francesa--, junto al primer ministro. Desde el punto de vista francés, no caben representantes de jurisdicciones territoriales menores en estos encuentros. Las reuniones transfronterizas, por contra, tendrán una orientación más técnica, y está previsto que se desarrollen en un plano ministerial, si bien en la reunión de Barcelona, por ser el primera, estarán los jefes de Gobierno de los dos países, Zapatero y Dominique de Villepin. Poco después de su llegada a la Moncloa, Zapatero proclamó la participación de los líderes autonómicos en cumbres con países vecinos parta potenciar el papel de las comunidades.