Agosto vuelve a mostrarse como un mal mes para el empleo y con muchas luces y sombras. La subida del paro registrada el pasado mes (46.400 personas) es la mayor desde el 2011 y, como es habitual, proviene en su inmensa mayoría del sector servicios, que ha aportado al desempleo a 41.559 trabajadores, aunque en este caso la destrucción de empleo no está relacionada con las actividades vinculadas al turismo. En educación se han perdido más de 56.000 empleos en el último mes que, probablemente, vuelvan al sistema, con el comienzo de curso.

La cifra de desempleados en el octavo mes del año es de 3.382.324, según los datos registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y publicados por el Ministerio de Empleo. La subida del desempleo en agosto es una de las mayores en ese mes desde el 2010, muy superior a la del año pasado, que quedó por debajo de los 15.000 trabajadores. En todo caso, la reducción del paro se sigue manteniendo en tasas interanuales, y en un año ha disminuido en 315.172 personas.

La peor parte del aumento del desempleo se la han llevado Cataluña y Andalucía y dentro de ellas Barcelona y Sevilla fueron las ciudadnes donde creció con más fuerza.

El desempleo masculino repuntó más que el femenino en 1.194 trabajadores, aunque en el cómputo anual sigue habiendo más mujeres sin trabajo (1.950.889) que hombres (1.431.435). Entre los jóvenes menores de 25 años el desempleo creció en agosto en 4.746 personas, pero se disparó entre los mayores de esa edad con 41.654 parados más.

En lo que respecta a los contratos, con la temporada turística en marcha, en agosto se firmaron menos contratos que en julio, casi 400.000, pero aún así ha habido casi 85.000 más que en agosto del 2016. El número de contratos registrados durante agosto ha sido de 1.536.400, de los que solo el 7,5% (115.382) fueron indefinidos y 1.421.018, temporales. En ambos casos, la mayoría fueron a tiempo completo.

CAÍDA DE COTIZANTES

La pérdida de cotizantes al sistema, que también es una constante en agosto, ha sido la más importante desde el 2008. La afiliación media a la Seguridad Social se situó en 18.309.844 ocupados, con una bajada de 179.485 respecto al mes anterior. Como los datos de la Seguridad Social llevan un mes de retraso respecto de los del paro, el descenso de cotizantes tiene su origen en la destrucción de empleo en educación. Con el fin de curso, en este sector se han perdido 56.906 afiliados.

La industria manufacturera, con 20.618 cotizantes menos, y la construcción (17.410), son los otros sectores con más perdida de afiliados. El régimen especial agrario recortó sus activos en 17.129 personas, el de las empleadas del hogar en 3.242 y el de autónomos en 16.765.

Aunque la creación de empleo se mantiene en un ritmo constante en los últimos años, el sistema de protección social aún tiene un millón de cotizantes menos que en el 2007.

SIN PRESTACIÓN

El 41,2 % de personas en desempleo no percibe una prestación, una tasa que ha mejorado en más de un punto, ya que hace un año era del 42,3%. Por tanto, los beneficiarios registrados a finales de julio ascendieron a 1.851.175. Además, el gasto ha caído en un 6,3% respecto de hace un año. Si se pone en relación con el aumento del paro, la conclusión es que cada vez un número menor de desempleados están cubiertos por una prestación.

En julio (los datos de la Seguridad Social tienen un mes de retraso respecto de los del SEPE) el desembolso fue de 1.415,3 millones de euros. A cada beneficiario le correspondieron, excepto a los perceptores del subsidio agrario, 784,4 euros, lo que supone un aumento de 11,5 euros respecto del mismo mes del 2016.