La propuesta de aumentar el límite de velocidad incluso a 80 kilómetros por hora en el Tercer Cinturón de Zaragoza, que el Partido Popular piensa llevar al próximo pleno del ayuntamiento, no tiene ningún viso de prosperar. El equipo de gobierno ya anunció anteayer por la tarde, horas después de que el líder del PP municipal, Eloy Suárez, la plantease, que no iban a renunciar a la seguridad en favor de la velocidad. Y ayer les secundaron los grupos del equipo de Gobierno --IU y CHA--, y la mayoría de las asociaciones de los barrios que recorre la vía. No consideran positivo que el cinturón se convierta en una carretera urbana.

Así, Raúl Ariza, concejal de Izquierda Unida en el consistorio zaragozano, opinó que la propuesta "es una ocurrencia, no viene sustanciada en nada, y es chocante que un diputado estatal hable de un paso subterráneo con la inversión cero que conoce bien", explicó, en referencia al túnel que Suárez apuntó como posibilidad en algunas partes del trazado. "Aumentar la velocidad incrementa el riesgo de forma exponencial, y el cinturón ha conseguido su objetivo, que es que los vehículos eviten el centro. Si se aumentase conseguiríamos una cicatriz que partiría la ciudad en dos", argumentó.

En línea similar, la edila Leticia Crespo, responsable de Movilidad en CHA, recordó que "ya hay estudios --en referencia al de la Policía Local en el que, según Eloy Suárez, se basaría la futura propuesta-- que demuestran que incluso a 50 kilómetros por hora un atropello es mortal". En su opinión, la velocidad actual "no ralentiza tanto el tráfico" como para arriesgar la seguridad. "Al PP solo le preocupa seguir circulando con su cochecito por el centro", ironizó su compañero Carmelo Asensio.

IDEA INICIAL Las asociaciones de vecinos consultadas recordaron que, en su mayoría, se opusieron ya al proyecto del cinturón, y que precisamente lo aceptaron porque iba a ser una vía pacificada. "Estuvimos nueve años luchando contra el cinturón, y una de las condiciones que pusimos fue que incluyese repoblación de árboles y tráfico lento. Si Suárez dice que es poco utilizada, no sé en qué ciudad vivirá", expuso Javier Grassa, presidente de la asociación Venecia.

Su homóloga en Las Fuentes, Nieves Boj, consideró que la vía "está muy bien como está, pacificada, sobre todo cuando las bicicletas han de usar la calzada en algunos tramos. Si queremos humanizar la ciudad, la gente ha de ir tranquila", expuso.

También se mostró contraria al cambio --a nivel personal-- la presidenta de la asociación La Paz, Charo Jiménez, al señalar que "el problema del Tercer Cinturón son los atascos en el centro comercial, y con más velocidad irían a peor". Ricardo Álvarez, de la asociación de Torrero, recordó que el aumento de velocidad "va en contra de todas las teorías de sobresaturación de las carreteras".