Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña y País Vasco plantaron ayer al ministro de Educación, José Ignacio Wert, en la reunión sectorial que se celebró en Madrid para rechazar las nuevas evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, el modelo de becas y las "imposiciones" del Ministerio.

Los representantes de las comunidades que gobierna el PP, entre ellas Aragón, permanecieron en la sesión. Esta vez no asistió al acto la consejera de Educación, Dolores Serrat, sino que lo hizo Manuel Magdaleno, Director General de Política Educativa y Educación Permanente del Gobierno de Aragón. Dichas autonomías consideraron una "falta de lealtad" la actitud de las cinco regiones, que se levantaron sin "ni siquiera dejar comenzar" el orden del día de la reunión.

"Nos negamos a asistir como meros espectadores al continuo desprecio al profesorado y a la devaluación constante de las competencias de la autonomía que persigue la LOMCE", apuntó el consejero de Canarias, José Miguel Pérez.

Los representantes plantearon que se "paralice" el calendario de implantación de las evaluaciones y que se revise "conjuntamente y con datos objetivos" el impacto del modelo actual de becas, pues "perjudica gravemente" al alumnado y las familias, señalaron. "Es un despropósito seguir dando pasos en una dirección que no conduce a ninguna parte", comentaron sobre las evaluaciones, que consideran "reválidas" con un objetivo "centralizador y excluyente".

Wert argumentó que era "imposible" atender la "exigencia" de retirar esos dos proyectos por razones del calendario de la Lomce en el caso de las evaluaciones y para poder publicar a tiempo la convocatoria de becas. Además, consideró que comparar estas evaluaciones con "reválidas" significa un "desconocimiento profundo".

Por su parte, la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, dejará su cargo tras ser fichada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como nueva directora general adjunta de Educación y Habilidades.