La campaña electoral parece haber marcado un antes y un después en las relaciones entre el PSOE y Podemos. Al menos en lo que concierne a la gobernabilidad en Aragón. El secretario general de la formación morada, Pablo Echenique, advirtió ayer que toma nota de los ataques de "tono zafio" del presidente Javier Lambán.

Echenique se refería a las críticas que el jefe del Ejecutivo ha vertido durante la campaña no solo a Podemos, sino sobre todo al alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve. "Nosotros tomamos nota. La campaña no es un paréntesis, y son el PSOE y Lambán los que han decidido cambiar con sus ataques en los que ha llegado al borde del insulto. No podemos actuar ahora como si no pasara nada", dijo.

Todo un aviso a navegantes que puede poner en jaque la compleja gobernabilidad de Aragón, en la que los socialistas necesitan del apoyo de los del círculo morado. Según el análisis de Echenique, el "tono agresivo" de los socialistas es el que ha terminado por restar apoyos a las "fuerzas del cambio". Algo que ha terminado por beneficiar al PP. "Lambán sabrá por qué ha decidido alejarse de sus aliados. Es su responsabilidad, que ha dado alas" a los conservadores.

El líder de la formación evitó culpar a la gestión de Pedro Santisteve y Zaragoza en Común (ZeC) en el ayuntamiento la sangría de votos que Podemos ha sufrido en la ciudad. Según Echenique, se debe a la estrategia de confrontación del PSOE la que ha terminado por dar oxígeno al PP. Porque, dijo, el trabajo del alcalde y su equipo "sin experiencia" ha sido "muy bueno". Recordó que se ha incrementado la dotación a las áreas sociales y que se ha reconducido la situación del consistorio después del "poco edificante" periodo de Belloch y los socialistas.

Echenique apenas hizo autocrítica, tras una campaña en la que apenas ha estado en Aragón y en la que ningún líder de peso de Podemos ha visitado la comunidad. Pero reconoció que se han creído "demasiado" las encuestas y que han puesto la gobernabilidad del país por delante de las críticas.