La huelga de celo de la Policía Local de Zaragoza de nuevo fue protagonista ayer en el consistorio. Al darse a conocer los efectos que tuvo del 19 de septiembre al 8 de octubre en el servicio de autobús urbano de la ciudad, apenas 20 días en los que, según los informes oficiales, los agentes llegaron a retener, supervisar y sancionar a un total de 46 vehículos de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA). Un periodo en el que, además, se multó hasta al vehículo que la concesionaria que gestiona la zona azul, Z+M, estrenaba para aumentar su capacidad de detección de infractores, una especie de multacar propio que fue sancionado por portar la cámara a bordo sin la pertinente homologación. Al menos eso alegaron los agentes al tramitar la multa.

Después del revuelo organizado en esas fechas por la huelga de celo, ahora se empiezan a conocer más detalles de esos incidentes entre la Policía y la concesionaria del bus. Los defectos denunciados se refieren a las luces, las ruedas, los humos, la carrocería, por no llevar la documentación compulsada, por tener una luna rota o una rejilla defectuosa, o por no disponer de los reglamentarios triángulos de señalización. Con vehículos interceptados incluso tres veces el mismo día. Es lo que le pasó a un bus de la línea 24 el pasado 25 de septiembre, que a las 9.56 horas fue sancionado por las luces y las ruedas, a las 13.26 por humos y más tarde fue sometido a una exhaustiva revisión de ruedas, luces y extracción de humos. Otros llegaron a estar más de una hora detenidos, como a un 53 en Emperador Carlos V, ese mismo día, para una prueba de alcoholemia al conductor y una revisión que acabó sin sanción. En otros, obligaron a bajar a los pasajeros, aunque fuera por unos pocos minutos.

Aunque el problema ayer es que esta polémica que parece ya del pasado sirvió para sacar a la luz otro que está vigente o promete una nueva discusión en el consistorio. La empresa Z+M, fue castigada por los agentes mientras estaba utilizando un vehículo para el que no había obtenido autorización municipal. Dueso admitió que se tenía constancia de que "el pasado 13 de octubre" salió a la calle para hacer las pruebas y que "del 3 al 7 de noviembre" volvió a circular.

Así le respondió a Raúl Ariza, edil de IU, ayer en la comisión de Servicios Públicos, a lo que este le replicó que el 20 de octubre ella dijo que no tenían permiso y que ordenó a la empresa que no lo sacara mientras no haya un informe que garantice que este no conllevará despidos ni consecuencias para la plantilla. "No tiene permiso", aseveró Dueso. Este pidió que se anulen todas las multas que este haya impuesto en esos días.

Lo mejor es que Z+M replicó que su multacar sigue saliendo y "va a seguir funcionando", según su máximo responsable, Javier Ejarque. Explicó que "es una herramienta para facilitar el trabajo por la que no tenemos que pedir permiso a nadie". Tampoco necesitaba homologación, que es por lo que fue multado. "Es como si dijeran que no puedo tener un móvil de Samsung, solo un iPhone", añadió.