Quien pasea por el centro de la capital aragonesa o visita algún edificio turístico ha podido comprobar un aumento de la presencia de la Policía Nacional en estos puntos. Una situación que responde, principalmente, a la orden emitida por el Ministerio del Interior a las delegaciones del Gobierno en todas las comunidades autónomas con motivo de la reunión de la mesa de valoración de la alerta antiterrorista que ayer decretó reforzar el nivel 4 de alarma.

Un lugar en el que, visiblemente, se han redoblado el número de efectivos es la zona de la calle Alfonso I con la plaza del Pilar. Un espacio considerado sensible por ser peatonal además de un foco de visitantes con ciertas similitudes a la Rambla de Barcelona, según fuentes policiales consultadas por este diario. De hecho, en la tarde en la que se produjo el atentado en Barcelona la Delegación del Gobierno en Aragón no dudó en desplegar casi al instante agentes armados en esta céntrica vía de Zaragoza. También hubo de paisano.

Un despliegue que continuará de diferentes formas en esta calle y adyacentes a la espera de que el Ayuntamiento de Zaragoza decida o no reinstalar los maceteros. Fuentes municipales señalaron que este fin de semana no se podrá tomar esta medida antiterrorista porque el consistorio está pendiente de los informes de viabilidad que tienen que emitir el área de Movilidad y la Policía Local. No obstante, estas mismas fuentes señalan estar «dispuestas a ello» después de que la Junta Local de Seguridad en Aragón lo exigiera ayer al alcalde de la ciudad, Pedro Santisteve, tal y como adelantó este diario.

EFECTIVIDAD

Las mismas fuentes policiales inciden en la importancia de los maceteros o bolardos antiterroristas en las vías públicas al entender que «toda medida de prevención es necesaria, más aún con el modus operandi que han empleado en los diferentes ataques». Se colocan de tal forma que, entre ellos, solamente hay espacio para que circulen los furgones policiales en una maniobra lenta y precisa. Cualquier otro turismo o camión que intente rebasarlos, especialmente si va a gran velocidad, lo tiene casi imposible.

En la Junta Local de Seguridad también acordaron intensificar, tal y como ayer pudo observarse, el despliegue policial en el palacio de la Aljafería o la basílica del Pilar, después de que ambos edificios aparecieran señalados en la propaganda terrorista del Estado Islámico (IS) al igual que otros espacios turísticos como la Sagrada Familia, La Alhambra o el Monte Urgull. En el caso de la actual sede del Parlamento autonómico se instaba a la «reconquista».

También se han incrementado en otros espacios que no son turísticos pero sí reciben gran cantidad de visitas como los juzgados o los edificios gubernamentales y aministrativos.