El concejal del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza Rafael de Miguel responsabilizó ayer al alcalde Juan Alberto Belloch tanto de la situación de "quiebra técnica" de las finanzas de Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) como de la "nefasta gestión" en la programación de las obras en el entorno del barrio del AVE.

De Miguel subrayó que la sociedad pública no puede negociar un crédito hipotecario como anunció ayer el consejero de Obras Públicas, Alfonso Vicente, y tendrá que recurrir a un crédito de consumo "mucho más caro". Según el edil del PP, las parcelas de suelo público que salieron a subasta y que no lograron ponerse en el mercado no se pueden inscribir en el registro de la propiedad y, por ello, no se pueden hipotecar.

El Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó ayer inicialmente la reparcelación del área de intervención G-44-2 (entorno de la estación de Delicias), a pesar de que la zona lleva meses en obras. De Miguel destacó que los informes técnicos y jurídicos que acompañan a este proyecto de reparcelación contemplan prescripciones "suficientemente importantes para considerar la tremenda inseguridad jurídica de las propiedades de ZAV".

El concejal del PP explicó que mientras no se resuelvan cuestiones imprescindibles como la desafectación de los terrenos por parte del Ministerio de Fomento, se corrijan errores en la relación de propietarios y se aporten certificaciones catastrales, ZAV es "un gigante con pies de barro" puesto que la sociedad pública no tiene el pleno derecho de propiedad de las parcelas para poder hipotecarse.

A pesar de que el Ayuntamiento de Zaragoza solo tiene el 25% de participación en la sociedad pública, para el grupo municipal el PP el alcalde es el directo responsable de esta situación. Rafael de Miguel acusó a Belloch de haber paralizado durante más de dos años la tramitación del planeamiento y la gestión del convenio del barrio del AVE, debido "a sus enfrentamientos políticos con sus compañeros socialistas de la DGA", lo que ha impedido agilizar este proceso de reparcelación y la venta de las parcelas antes de la llegada de un nuevo ciclo inmobiliario menos expansivo, en el que los suelos subastados por ZAV han quedado desiertos.

De Miguel consideró que estos retrasos explican la "chapuza" de un efímero paseo del Agua y las "prisas" para terminar el cierre del tercer cinturón y las obras del entorno de la estación de Delicias.