El PP en Aragón no pudo tumbar ayer la ley de memoria democrática que se está tramitando en las Cortes de Aragón. El partido presentó una enmienda a la totalidad a un texto que consideran «dogamático, intolerante y radical» que fue rechazada con la abstención del PAR y el voto en contra del resto de los partidos. En un bronco debate, con momentos de gran exaltación, el diputado popular Miguel Ángel Lafuente llegó a acusar de «totalitarias» y «demagogas» a las formaciones de izquierda.

El proyecto de ley que ha preparado el Gobierno de Aragón con el concurso de la mayoría de las asociaciones memorialistas de la comunidad prácticamente no tiene ningún punto de su articulado salvable, según los populares. Lafuente lamentó que en su opinión «se idealiza» el periodo de la II República, «busca reescribir la historia desde posiciones sectarias de la izquierda» y también «crear un vínculo directo entre un pasado totalitario con un partido actual entroncado con una de las democracias más avanzadas de Europa». Por no estar de acuerdo, ni siquiera consideró razonable conmemorar el bombardeo de Alcañiz del 3 de marzo, uno de los más mortíferos de la guerra civil. «¿De verdad es una buena jornada para celebrar la democracia?», se preguntó.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, defendió la oportunidad de la norma autonómica como complemento a la ley de memoria histórica aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero, actualmente sin dotación económica. Así, recordó que tal como está prevista favorece políticas activas para la exhumación de los cadáveres de las fosas comunes, para lo que se trabajará de oficio y se colaborará con otras comunidades, y también se impulsará un reconocimiento a colectivos especialmente perjudicados, como mujeres, exiliados, mano de obra forzada o bebés robados.

Sanciones

En el apartado sancionador se contemplan multas para aquellos ayuntamientos que no retiren la simbología franquista de sus calles y se penarán actos de exaltación de la dictadura y sus responsables. El diputado del PSOE Darío Villagrasa acusó a los populares aragoneses de ser «los más reaccionarios de toda España» al ser la única formación que ha intentado tumbar en su totalidad una ley autonómica de estas características. «Entiendo que les duela que les digan las cosas a la cara y que lo haga un crío de 25 años», aseguró.

Podemos lamentó que la argumentación de los populares esté fundamentada en historiadores que defienden «las tesis revisionistas de los herederos del franquismo». Y Patricia Luquin (IU) recriminó al PP el «tufillo franquista» de la enmienda a una ley que pretende «dignificar» a las víctimas y que sus familiares puedan llorarlas.

Ciudadanos aseguró que la norma «puede ser mejorable», pero consideró necesario impulsar las políticas de reparación ya que los familiares directos de las víctimas del franquismo están a punto de morir. «Existe mucha burocracia que tenemos que realizar rápido porque corre prisa», indicó el diputado Ramiro Domínguez.

Berta Zapater (PAR) justificó la abstención de su grupo en que el consenso que creen necesario «no está ni en un lado ni en el otro».