Aragón pierde fuelle como potencia energética dentro de España. La producción de energía eléctrica en la comunidad se situó en el 2015 en el nivel más bajo en 15 años. El rendimiento neto de todas las instalaciones que generan este recurso básico en la comunidad descendió el pasado año, por segundo ejercicio consecutivo, un 6,2%, hasta 15.496 gigavatios hora (GWh). Y eso, a pesar de que la demanda de hogares, comercios y fábricas creció, después de dos años de caídas, un 1,6% en la región, hasta 10.253 GWh, y un 1,9% en el conjunto del país, hasta 267.584 Gwh. Este repunte se interpreta como un síntoma de mejora de la actividad económica.

Hay que remontarse al 2001 para encontrar un valor inferior de producción eléctrica en la región, que en aquel año fue de 13.721 GWh. Pero el bajón es especialmente anómalo si se tiene en cuenta que la potencia instalada --la capacidad máxima de generación-- era entonces de 3.860 megavatios (MW), casi la mitad de la que había en el 2015 (7.156 MW).

Los datos, todavía provisionales, vienen recogidos en el informe anual del 2015 que elabora Red Eléctrica de España (REE), la empresa semipública que opera el sistema eléctrico nacional y que se encarga de construir los grandes ejes para transportar la electricidad entre las centrales donde se genera y las distribuidoras que luego la llevan hasta los hogares.

La menor actividad de la industria eléctrica aragonesa responde a factores meteorológicos y estructurales. Lo cierto es que las tres principales fuentes de energía, el carbón, la eólica y la hidráulica --que generan casi el 80% del total de la electricidad--, registraron una caída de actividad. El descenso más acusado se dio en los saltos de agua de los embalses, que produjeron un 22,3% menos de energía, hasta 3,421 Gwh, debido a una menor pluviometría.

En el carbón la merma fue pequeña (-3,3%, hasta 4.459 Gwh), pero su funcionamiento volvió a situarse muy por debajo de la capacidad de producción de la térmica de Andorra, propiedad de Endesa. Esta instalación, la única de este tipo que queda en Aragón tras el cierre de la de Escucha en el 2012, quema los lignitos extraídos en las minas de Teruel mezclados con mineral de importación. El futuro de esta central y de las explotaciones que la abastecen, casi todas de la empresa Samca, mantiene en vilo a toda esta comarca turolense porque a día de hoy su continuidad a medio plazo está seriamente comprometida.

TÉRMICA DE ANDORRA

Pese a todo, el carbón se mantuvo el pasado año como la líder regional en energía eléctrica, al cubrir el 28,7% de la producción total. Le siguió de cerca la eólica, que aportó el 27,2%, aunque también experimentó un ligero retroceso en su rendimiento (-2%, hasta 4.229 Gwh).

El tercer y cuarto puesto del ranking lo ocupan la hidráulica, con el 22% del total, y la cogeneración, con el 16,6%. Esta última tecnología, en cuyas instalaciones se aprovecha la actividad fabril para producir electricidad, incrementó su producción eléctrica un 8,31%, hasta 2.581 Gwh.

Entre el resto de tecnologías destacan la fotovoltaica, que con 304 GWh (+2,3%) se acercó a su máximo histórico del 2013 (309 Gwh), y la biomasa (térmica renovable), con 302 Gwh (-13,4%).

El farolillo rojo de la energía aragonesa lo siguen ostentando los ciclos combinados (centrales de gas), con una producción de apenas 178 GWh (-23,3%). A pesar de ser la segunda tecnología con mayor capacidad de generación eléctrica de la región, con 1.863 Mw de potencia instalada --la primera es la eólica, con 1.893 MW--.

MENOS 'VERDE'

El porcentaje de producción eléctrica de Aragón con fuentes renovables --eólica y hidráulica, principalmente-- bajó el año pasado del 50,6% (56% en el 2014), siendo asi la cuarta comunidad autónoma más sostenible. En concreto, el 8,8% y el 11,1% de la generación eólica y de la hidráulica nacional, respectivamente, se produjo en nuestro territorio.