Desde los hospitales se cuestiona el optimismo de la Administración acerca del buen funcionamiento del plan integral puesto en marcha para atacar la lista de espera más abultada de la historia. Personal en contacto con la demora quirúrgica con el que se ha puesto en contacto este diario afirma que los centros se sienten "desbordados" por el "atasco" existente en los procesos quirúrgicos y, de hecho, afirman que se hace "poco y mal".

"Faltan camas y no hay tiempo real para meter en quirófano todo lo que hay pendiente", aseguran desde un hospital zaragozano.

Incluso, advierten de que la Administración podría estar maquillando los datos oficiales a través de la eliminación de la lista de espera de pacientes que, con más de un año de espera, renuncian a ser operados en otro hospital que no sea el suyo de referencia. "Esas personas que optan por esperar porque dicen que ya les toca son quitadas de la lista de espera", insisten.

Las críticas al plan son constantes, pero el consejero, Ricardo Oliván, ya ha dado orden de que continúe durante el 2015. Ya lo anunció ayer, cuando ensalzó su funcionamiento "a pesar de que no ha acabado y de que seguramente continuará el año que viene para dejar las listas en cifras socialmente admisibles".

Oliván añadió, en este sentido, que gracias al plan, con recursos propios, "sin externalizar y sin autoconciertos" se ha sido capaz de "aprovechar al máximo los recursos" y abriendo, por ejemplo, los quirófanos por la tarde y contratando más personal".

En todo caso, la DGA aún no sabe si ejecutará los 2 millones de euros que se guarda para derivar pacientes a clínicas privadas. Aunque, en principio, se puso hasta después del verano para tomar una determinación, ahora emplaza la decisión a "ver cómo acaba el año".