Cuando hay voluntad y las necesidades apremian, los acuerdos en política se alcanzan con celeridad y sin estridencias. Así ha ocurrido con uno de los debates estrella de la legislatura, la reforma del impuesto de Sucesiones, sobre el que el PSOE y Ciudadanos sellaron un pacto que allana el camino de aquí a las elecciones y abre nuevas vías de entendimiento, al tiempo que deja un poco más aislado al PP en un debate del que hizo bandera en su día junto a la formación naranja y el PAR y que ahora está un poco más solo en su queja.

El acuerdo es sencillo: se suprime el impuesto de Sucesiones para herencias entre familiares directos de hasta medio millón de euros, a través de una serie de bonificaciones. Cuando comenzaron las conversaciones, el pasado 20 de marzo, Ciudadanos pretendía que la exención llegara al millón de euros. De este modo, el acuerdo bilateral allana el camino a hipotéticos pactos a futuro, y es un nuevo guiño del PSOE a esta formación, que también ha ido modulando su mensaje en los últimos meses hasta aproximarse a los socialistas. Así, mientras Lambán pronunciaba el 23 de abril un discurso del gusto de Ciudadanos, estos moderaban su estrategia en asuntos como la Memoria Democrática o frustraban una moción de censura contra el alcalde de Fraga. En las Cortes, los debates dialécticos entre ambas formaciones se han ido moderando también.

MALESTAR EN LA IZQUIERDA

Está por ver qué consecuencias tienen estas aproximaciones con los socios de Gobierno del PSOE. CHA mostró ayer su estupor por un acuerdo del que ni ha participado ni se muestra partidario. Podemos, por su parte, reaccionó airado y la primera consecuencia, aunque pretendan desvincularla, es que hoy abandonarán la ponencia que estudia la ley de la Renta Básica. Estas corrientes de afectos y desengaños, de iras contenidas y desaires, son habituales en las legislaturas que dependen de pactos que, tras la aprobación de los terceros presupuestos, comienzan a diluirse y se pasa a escenificar posibles alianzas y posibles desencuentros. Todo sea por el hecho de que cada uno encuentre su espacio y se guarde un as en la manga de cara a posibles negociaciones futuras para la conformación de un Gobierno.

Respecto al acuerdo de ayer, aunque el Gobierno de Aragón eludió dar datos sobre el impacto que supone esta rebaja, rondaría los 40 millones de euros de merma recaudatoria, y beneficiaría a 25.000 aragoneses, hasta el punto de que solo 200 personas tendrían que pagarlo.

El portavoz de Hacienda de Ciudadanos, Javier Martínez, fue el encargado de anunciar el acuerdo en una rueda de prensa en la que no hubo representación de la otra parte. El responsable de la formación naranja destacó que el acuerdo supone la supresión del impuesto para las «clases medias» y que forma parte del compromiso de su partido de hacer una política «útil», en este caso respecto a un impuesto «injusto» y ante el «clamor popular» que exige su eliminación. No obstante, ha reconocido que Cs no suma con el PSOE, y por tanto ha apelado a la «responsabilidad» del resto de grupos para que pueda salir adelante el proyecto de ley de modificación de este impuesto, que espera que se presente cuanto antes.

El acuerdo también afecta a las Donaciones entre padres e hijos de forma que la cantidad exenta para la compra de vivienda habitual, o en la donación de un inmueble con ese fin, se fija en 200.000 euros frente a los 75.000 actuales. Además, respecto a la empresa familiar, para los grupos tres y cuatro se establece una mejora para la transmisión con una deducción de hasta el 50% frente al 30 % actual.

Martínez consideró que no hay merma recaudatoria al mejorar la economía y obtener ingresos por otras vías.