Para el PSOE, las cuentas presentadas ayer por Cristóbal Montoro constituyen un azote a los jubilados y los funcionarios, que perderán poder adquisitivo. El portavoz de la gestora socialista, Mario Jiménez, aprovechó el día en que llegaban los Presupuestos al Congreso para reunir al grupo parlamentario, al que trató de infundir ánimos y reclamó que trabajen activamente para que no salgan adelante unas cuentas, que según sus cálculos, perjudicarán a unos 12 millones de españoles.

«Son una oportunidad perdida para España. De Rajoy no esperábamos nada, pero se ha vuelto a superar», reprochó. Consideran los socialistas que los Presupuestos son «decepcionantes» y lamentan que esta planificación «se olvide» de la «amplia mayoría» que ha sufrido la crisis. También la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, criticó la austeridad de las cuentas, un «recorte de 5.000 millones de euros que consolida el saqueo» y la precariedad para el empleo.

Más allá del reproche, la oposición está dividida lo suficiente como para que el PP tenga margen para sacar adelante el proyecto. Es estrecho, pero factible. C’s ya ha confirmado su apoyo y el PP lima los flecos con el PNV. Este advierte que el pacto no está cerrado y que el Gobierno haría mal de creerlo. «No tiene esos votos de momento, aunque sí tenemos voluntad de negociar», explicó Aitor Esteban. Con esos escaños, los de Coalición Canaria y Nueva Canarias, Rajoy puede salir vivo de la votación. Ajustadísimo, pero vivo.

Mientras, los partidos catalanes consideran que entre el anuncio de inversiones millonarias realizado por Mariano Rajoy la semana pasada y la cruda realidad de los Presupuestos conocidos ayer se abre un abismo. En él, anidan «decepciones», «mentiras» y «tomaduras de pelo» que, sostienen, solo contribuirán a distanciar aún más a los catalanes del Gobierno del PP.

La principal queja de las fuerzas catalanas es que no ven una traslación creíble en los Presupuestos de todo lo prometido por Rajoy. La portavoz del PSC, Meritxell Batet, admitió que las cuentas caían como una jarra de agua fría sobre las expectativas y las tildó de «decepcionantes para Cataluña». Reprochó al PP que «vuelvan a incumplir» los compromisos mientras hacen bandera de promover el diálogo con la Generalitat.

El líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, señaló que, teniendo en cuenta el incumplimiento de los compromisos en años anteriores, estas cuentas les resultan del todo inverosímiles. «Son una tomadura de pelo para los catalanes», reprochó, para incidir en la escasa credibilidad que le merecen promesas que «se lleva el viento». «Son los Presupuestos de la desigualdad, no consolidan la recuperación, sino que nos hacen más débiles», concluyó. El portavoz de ERC Joan Tardà llamó «mentirosos» a los responsables gubernamentales.