La distancia entre el PP y el PSOE sobre la crisis catalana es cada vez mayor. Dos días después de la convocatoria independentista, los socialistas registraron ayer, en una iniciativa parlamentaria de enorme calado político, la petición para que el Congreso repruebe a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como coordinadora del operativo policial durante el 1-O, una jornada en la que hubo numerosas cargas policiales. La interpelación urgente quizá se discuta la semana que viene, si el PNV cede su cupo al PSOE. La iniciativa, en cualquier caso, tiene visos de prosperar si todo el arco parlamentario, salvo el PP y Ciudadanos, la secunda. Unidos Podemos ya ha confirmado que votará a favor.

La portavoz de los socialistas, Margarita Robles, dejó claro su respaldo a la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero consideró que Santamaría dio «instrucciones políticas» para que los agentes ejercieran el uso de la fuerza para impedir la consulta separatista. Aun así, el PSOE mantiene su respaldo al resto de actuaciones frente al órdago independentista. «El PSOE va a estar siempre con el Estado de derecho. El PSOE apoyará todo lo que implique la defensa de la legalidad», dijo.

Si el lunes Pedro Sánchez reclamó a Mariano Rajoy durante su reunión en la Moncloa que inicie una «negociación inmediata» con Carles Puigdemont, los populares han trasladado que no contemplan dar ese paso. «¿Negociación con quien está violentado la Constitución? No es el camino», dijo el portavoz parlamentario de PP, Rafael Hernando.

ACUERDOS SÍ O NO / El dirigente conservador, sin embargo, evitó incidir en la falta de acuerdo con el PSOE. «No me cabe ninguna duda de que el señor Sánchez es un aliado en la defensa del Estado de derecho. Sigamos estando juntos», pidió Hernando.

Pero los dos partidos mayoritarios no están «juntos» sobre las medidas a tomar si, como sugirió Puigdemont, el Parlament aprueba «en los próximos días» una declaración unilateral de independencia. El PSOE sigue sin ver con buenos ojos una hipotética aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permitiría suspender competencias de Cataluña si lo aprueba el Senado, una cámara donde el PP tiene mayoría absoluta. Hernando, de hecho, dio a entender que no pondrá en práctica esta medida si no hay acuerdo con Sánchez. «Si [la aplicación del artículo 155] solo es adoptada por una fuerza política en el Senado, es difícil que tenga el respaldo de la mayoría de la sociedad catalana», aseguró.

Hernando fue durísimo con los dirigentes independentistas. Para el dirigente conservador, escenas como las vividas en Calella, donde 100 guardias civiles fueron expulsados, remiten al régimen nazi. Previamente, en RNE, llegó a decir que «ERC y la CUP están deseando que haya muertos en Cataluña».

Unidos Podemos, mientras tanto, anunció que apoyará la reprobación de Santamaría, pero, como le parece insuficiente, volvió a pedir a Sánchez que encabece una moción de censura.