La condena unánime de todos los grupos en el Ayuntamiento de Zaragoza no estuvo exenta de críticas y de petición de responsabilidades. O al menos, por ahora, de explicaciones que esclarezcan por qué no se adoptaron todas las medidas de prevención necesarias en un encuentro que ya se preveía polémico. Este fue el discurso del PSOE municipal, en boca de su portavoz, Carlos Pérez Anadón, que también fue en su día delegado del Gobierno y responsable de la Policía Local, anunció que exigirá «por escrito» al Gobierno de la ciudad que informe sobre por qué no se pidió una Junta Local de Seguridad urgente a la Delegación del Gobierno y por qué no reclamó la presencia de unidades específicas de la Policía Local «como la UAPO», preparada para estas situaciones.

A nadie se le escapa que uno de los objetivos políticos de ZeC ha sido siempre la supresión de esta unidad de la Policía Local, pero el Gobierno municipal no tardó en replicarle que el pasado domingo la competencia era de la Delegación del Gobierno y de la Policía Nacional. Sin embargo, para los socialistas el alcalde debería estar pidiendo explicaciones «motu proprio» y hacer uso de sus efectivos para velar por la seguridad.

Sobre la Junta Local de Seguridad, ZeC respondió que esta «solo se convoca para eventos que afectan a toda la ciudad o cuando está presente el presidente del Gobierno». Y que era la Delegación la que habría tenido que desplegar más efectivos o, en su defecto, haber pedido ayuda de la Local.

Desde C’s condenaron los actos violentos y se centraron en la autorización municipal para celebrar en el pabellón Siglo XXI el encuentro de Unidos Podemos. Sara Fernández, su portavoz, destacó que la han solicitado y «cuando la tengamos lo valoraremos». Carmelo Asensio, de CHA, condenó el «acto cobarde e injustificable» de la violencia.