Sin acuerdo, en situación de bloqueo y con más distancia --si cabe-- entre las partes implicadas. Este es el resumen del encuentro entre los trabajadores de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA) y los directivos de la empresa, que volvieron a reunirse ayer en el Servicio Aragonés de Mediación (SAMA) con el fin de desbloquear el conflicto laboral. El guión se repite una vez más. Lo económico se ha convertido en el escollo del conflicto y cada día se vuelve más insalvable llegar a un acuerdo en este sentido. Los trabajadores no pretenden parar sus movilizaciones hasta recuperar el sueldo que tenían firmado antes de octubre del 2013 y la empresa no deja de justificar que el incremento que les solicitan se les antoja inviable.

Era la tercera vez que la sala número seis del servicio acogía a representantes de los trabajadores y de la contrata, y de nuevo, las negociaciones no llegaron a buen puerto. En esta ocasión fueron necesarias 5 horas para saldar una nueva tanda de conversaciones. De estas, solo durante dos horas, las partes estuvieron en la misma sala. El resto fue trabajo de los mediadores, que ejercieron de correveidile por la sede del SAMA.

PROPUESTA

Los trabajadores presentaron ayer una nueva propuesta económica a la empresa, en la que pedían ampliar la vigencia del convenio a tres años --del 2015 al 2017, ambos incluidos-- y un incremento salarial del 1,4% cada ejercicio. Pese a que desde el comité de huelga justificaron que se trataba de una "rebaja sustancial" en las pretensiones económicas que plantean los trabajadores, lo cierto es que mantienen la petición de recuperar el 4,2% --1,4% en tres años, en lugar de en dos--. Además, se solicitó un incremento lineal bruto de 30 euros en el concepto de salario base en el 2016 y el 2017 y la reactivación de la antigüedad a partir del 1 de enero del 2015.

"Esta propuesta supondría un incremento de un poco más de 2 euros diarios por trabajador. Si la empresa no puede asumir este coste quiere decir que no puede estar en la ciudad, que no tiene ni para gasoil", criticó el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, que pidió a la contrata que recapacite. Aludió también a la "total indignación" de los trabajadores por la "falta de responsabilidad de la empresa, que ha venido con las manos en los bolsillos", denunció.

Y fue solo eso, una propuesta salarial, porque ayer no se debatieron cuestiones organizativas, ni cuadros de descanso, ni aseos en los principios y finales de línea. "Es un poco más de lo mismo. Veníamos esperanzados pero nos han presentado exactamente lo mismo", lamentó Manuel Ramo, gerente de AUZSA, al término de la reunión. "No es cierto que pidan un aumento del 1,4% --en tres años--. Sumado a otra serie de peticiones, asciende a un 8,5%, dijo Ramo.

La huelga de autobuses continúa y no visos de terminar por el momento. Concretamente, hoy se cumplen dos meses de paros parciales e indefinidos. "Cuando llevamos 62 días --por ayer-- y viene la empresa con las manos vacías se justifica más que la lucha que estamos llevando los trabajadores es en defensa de la dignidad no solo de los empleados de AUZSA, sino de los ciudadanos y trabajadores de Zaragoza que vemos cómo esta empresa se está riendo de todos", explicó Anadón.

Los trabajadores trasladarán el jueves por la tarde lo acontecido ayer en el SAMA a la asamblea y se valorarán las próximas acciones. De momento, el día 16 febrero comparecerán en las Cortes de Aragón y el 18 viajarán a Madrid, a la sede del grupo AVANZA.