Dos cuestiones están sobre la mesa para que el antiguo vertedero de Torrecilla de Valmadrid pueda ser definitivamente sellado. El consistorio ejecutó con sus propios recursos la primera fase y quedaba una segunda que debía costear el Gobierno aragonés. El primero de los motivos es formal, ya que se debe modificar el convenio que regula los trabajos y reducir a dos anualidades el pago que, por parte del Gobierno aragonés, se debía realizar para costear los trabajos. El ayuntamiento, a través del área de Servicios Públicos, ha elaborado un proyecto constructivo que determina que las obras se pueden hacer en solo 11 meses. Así que debería dejar de establecer tres anualidades y dejarlo en dos, para licitar los trabajos y ejecutarlos a caballo entre un ejercicio y el siguiente. Pero esta modificación sigue sin llegar. La segunda cuestión es que la DGA y el consistorio discrepan en quién debe adelantar el dinero. Si es el ayuntamiento quien debe realizar los trabajos y luego girar la factura ala DGA, o si esta debe adelantar el dinero.