Mariano Rajoy y los miembros de su Gobierno preparan ya cómo contrarrestar el siguiente movimiento del bloque independentista catalán. Sin tiempo para digerir las consecuencias de la jornada del domingo, cuyas imágenes de violencia policial dieron la vuelta al mundo, sembrando de dudas la estrategia empleada por el Ejecutivo central contra el 1-O, el presidente del Gobierno juega ya sus cartas, que no son muchas (aplicación del artículo 155 o la ley de seguridad ciuadadana, principalmente) para lo que persigue el apoyo de PSOE y Ciudadanos.

Ayer, Rajoy se reunió por separado con Pedro Sánchez y Albert Rivera. El primero le reclamó que abra una negociación «inmediata» con Carles Puigdemont. El segundo, que el Estado aplique cuanto antes el artículo 155 de la Constitución -lo que anularía las competencias catalanas- y convoque elecciones en Cataluña. Tras ambas citas, la Moncloa emitió un comunicado que aseguraba que Rajoy seguirá buscando con «el resto de fuerzas políticas», a las que por ahora no ha convocado, «una respuesta conjunta» al desafío independentista «dentro del marco del respeto a la legalidad».

Según la misma nota, el jefe del Ejecutivo central hizo saber a sus interlocutores de ayer que considera conveniente que todos mantengan «una voluntad de consenso» para hacer frente al «grave reto» planteado por los independentistas. Agradeció la lealtad mostrada por Sánchez y Rivera al «orden constitucional».

El apoyo del PSOE, eso sí, dista mucho de ser un cheque en blanco. La cita de ayer en Moncloa, según la versión que dio Ferraz, solo sirvió para que Sánchez trasladara directamente al presidente del Gobierno los tres mismos mensajes que había lanzado el día antes, tras la consulta unilateral sobre la independencia. «Rechazo» a las cargas policiales. Petición de que abra una «ronda de conversaciones» con las fuerzas representadas en el Congreso, en especial con Unidos Podemos, una formación dejada de lado en los contactos que ha mantenido Rajoy hasta ahora. El aparente gesto de Sánchez con la formación morada contrasta con estas palabras de la portavoz de Podemos Noelia Vera: «El Pedro Sánchez de las primarias o el Pedro Sánchez marioneta de Susana Díaz tendrá que retratarse».

«GOLPISTA»

Y, volviendo a las peticiones del secretario general socialista, la exigencia de que «abra una negociación de forma inmediata» con el presidente catalán, Carles Puigdemont, un paso que el PP ha descartado hasta el momento con el argumento de que el president de la Generalitat es un «golpista».

El PSOE evitó así hacer expreso su apoyo al Ejecutivo central frente al independentismo. «Quien ha manejado los hilos del Estado de derecho lo hizo de la peor manera posible», dijo por la mañana el secretario de Política Federal del PSOE, Patxi López.

Pedro Sánchez optó por no comparecer ante los medios tras su encuentro con Rajoy y prefirió por la difusión de un breve comunicado que no aclaraba si ambos dirigentes habían debatido sobre las medidas a tomar si, como parece probable, el Parlamento catalán aprueba esta misma semana una declaración unilateral de independencia [DUI].

Los socialistas siguen sin aclarar cuál sería la respuesta correcta del Estado si la Cámara catalana da este drástico paso. «El PSOE no va a entrar en especulaciones. Si se hace [la DUI], el PSOE va a estar cómodo en la defensa del Estado de derecho», afirmó López, sin entrar en si consideran más conveniente la actuación del Tribunal Constitucional (TC), que permitiría inhabilitar a Puigdemont, la aplicación del artículo 155 de la Constitución, para suspender competencias autonómicas, o la ley de seguridad nacional, por la que Rajoy podría declarar una «situación de interés para la seguridad nacional» para garantizar «la defensa de España y sus principios y valores constitucionales».

El exlendakari, eso sí, sugirió que consideraría más inteligente la actuación del TC que la puesta en práctica del artículo 155, una medida que alimentaría «el enfrentamiento y el victimismo».

«ELECCIONES YA»

Es, sin embargo, la suspensión de la autonomía catalana la apuesta decidida de Ciudadanos. «El principal objetivo de Ciudadanos es parar el golpe a la democracia. Ya no hay tiempo para mirar al otro lado. Ya no hay tiempo para el inmovilismo», comentó Albert Rivera ante los periodistas una vez finalizado su encuentro con Mariano Rajoy.

El líder de la formación naranja sostuvo que lo primordial es «reconstruir el orden constitucional en Cataluña con unas elecciones autonómicas» en las que «no voten ocho veces los independentistas», dijo, en alusión a las irregularidades ocurridas en el pseudorreferéndum organizado el domingo.

Rivera insistió en reclamar que se aplique el artículo 155 de la Constitución porque, añadió: «Seguramente estamos a 72 horas de que a muchos catalanes nos quiten nuestros derechos», en referencia a una eventual declaración de independencia.