"Si me dan a elegir me cogería el piso ya mismo aunque no hubiera farolas y la calle fuera de tierra". Así de contundente se mostraba ayer Ramón Fernández, un zaragozano de 37 años que se metió en un piso de 90 metros cuadrados por el que ya ha pagado más de 36.000 euros desde el 2008. "Ya tenía que estar terminado, pero acumulamos retraso tras retraso", apuntaba mientras lamentaba que un nuevo aplazamiento le perjudica porque "me supone 10.000 euros más al año y, por lo que está pasando, ya tengo más gastos que ingresos cada mes". Son 600 euros adicionales por un alquiler que se suma a su cuota por la compra en Arcosur. Y eso que tiene trabajo, como profesor en un colegio de Zaragoza. Para él lo que está ocurriendo es tan sencillo como "lamentable": "Se están presionando unos a otros, entre las empresas y el ayuntamiento cuando ambos nos garantizaron en mayo que los pisos los tendríamos en junio del año que viene. Y nosotros estamos en medio sin poder defendernos y siendo los principales perjudicados", explicaba Ramón ayer en la reunión convocada por Arqueros junto a las obras.