Comienza el puente de agosto y muchos municipios aragoneses como Caspe, Calatayud o Calamocha celebran estos días sus fiestas patronales con una programación llena de actos lúdicos y numerosas actividades para todos los públicos. Pero las partidas presupuestarias, pese a la supuesta salida de la crisis económica, continúan congeladas, salvo en algunas excepciones.

Aun así, sus habitantes siguen disfrutando de espectáculos y de todo tipo de actividades, especialmente de las musicales. «Todo gira en torno a la música. Lo más demandado y con lo que más disfruta la gente es con las charangas y las orquestas», afirma Luis Zubieta, alcalde de Zuera, donde el 64% del presupuesto se destina a este tipo de actuaciones. En total, el municipio tiene un presupuesto de 200.000 euros, elmismo que el año anterior, pero en cambio, 40.000 euros menos que en el 2015. El alcalde reconoce que «sí que notan la recuperación económica», pero hay que debe tener en cuenta que el municipio debe «apoyar partidas presupuestarias de otras áreas, por eso no se va a aumentar pero tampoco disminuir».

El alcalde de Zuera pretende que las celebraciones en honor a su patrón San Licer, que tienen lugar del 25 al 30 de agosto, «sean acordes con el municipio». El edil prevé que este año los ingresos para el consistorio sean de 19.000 euros, ya que todo el gasto recae sobre el ayuntamiento, exceptuando algunos espectáculos taurinos.

Otros municipios como Calatayud, que celebran sus fiestas entre el 13 y el 18 de agosto, tampoco enfocan su prioridad económica en actividades lúdicas. «Donde más se recorta es en fiestas porque como es lógico hay otros departamentos como servicios sociales o urbanismo que tienen prioridad», afirma la concejala de festejos, Mª Jesús Peñalosa. El presupuesto destinado es de 100.000€, el mismo que el del año anterior. En esta ocasión, los bilbilitanos podrán disfrutar de artistas como Rosario Flores o Fangoria por 5 euros. «Se intenta traer a grupos de primera fila y cobrar una entrada mínima», cuenta la concejala. Aún así, «son fiestas que se viven en la calle y se disfruta el ambiente», es por eso que se destina dinero principalmente para cabezudos, jotas o teatro en la calle, «y de este modo contentar a todo tipo de público», manifiesta Peñalosa.

SIN DESPILFARRO// Con el mismo presupuesto que Calatayud cuenta Binéfar, que conmemora sus fiestas del 13 al 17 de septiembre. Desde el consistorio explican que se ha mantenido esta partida durante cinco años consecutivos y que «son unas fiestas muy económicas, sin despilfarro». Ante la crisis económica reconocen que «han tenido que echarle imaginación» para buscar alternativas. «Con lo que más disfruta la gente es con la música y con orquestas, así que este año empieza antes el baile popular y se puede disfrutar también por la tarde», explican.

La inversión de empresas privadas es una de las alternativas para soportar el peso de las fiestas, como es el caso de Calanda, que del 14 al 16 de agosto celebra las fiestas en honor a San Roque. Su presupuesto es de 80.000 euros, pero la entrada a los actos no es gratuita desde hace un par de años, lo que no ha echado atrás a los calandinos para asistir a las actividades. «En el balance del gasto y la asistencia, las verbenas se llevan la palma», cuenta Raquel Palos, concejala de festejos del municipio. La música se convierte así en la preferencia y donde se destina más presupuesto. Por el contrario, según afirma la concejala, «en la pirotecnia ha habido un descenso del gasto».

Pero no todos los municipios tienen congelados los presupuestos de festejos. Alcañiz, que celebrará sus fiestas del 8 al 13 de septiembre, lo ha aumentado porque asumirá el gasto de la programación de los conciertos que antes corría a cargo de Interpeñas. «Se destina el mismo dinero, un total de 190.000 euros, pero el ayuntamiento debe aportar más cantidad que en ejercicios anteriores», alega Nacho Carbó, concejal de festejos, quien también reconoce que «cuando llegamos en 2011 pasamos dos años muy duros, tuvimos que recortar porque queríamos mantener determinados actos que no queríamos perder pero era complicado». Los recortes se hicieron en adornos florales o en el pliego de las orquestas. «No era bajar el presupuesto, sino ajustarlo. Nos hemos ido recuperando y eso se está notando en cuanto a la calidad», sostiene Carbó. Alcañiz cuenta otros métodos de financiación, como ayudas de empresas privadas y los ingresos que proporcionan el carnet de fiestas que compran los vecinos por 25 euros y les da acceso a la mayoría de los eventos.

Huesca capital también continúa mejorando su presupuesto, especialmente para estos Sanlorenzos, aunque como afirma la concejala de festejos, María Rodrigo, «se debe a la aplicación del nuevo decreto de espectáculos que ha supuesto un incremento en el dispositivo de seguridad y el sanitario». En total, la capital oscense invierte una cantidad de 483.842 euros, el doble que el año anterior. Según Rodrigo, este incremento se debe a una restructuración con las peñas y a las exigencias del decreto. Las partidas más numerosas se destinan a infraestructuras, escenarios, vallas, plataformas o alquileres de sonido, ya que, igual en los pueblos aragoneses, son la música es la diversión principal.

Aunque parece que la situación económica está mejorando, Jorge Latorre, encargado de la organización de eventos y espectáculos para fiestas de pueblos, asegura que la situación no es la misma que hace años. «Antes una barra daba dinero, ahora ya no sacas casi nada, solo para un sueldecillo», confirma Latorre, quien asegura que la gente, especialmente los más jóvenes, «ya no salen con tanto dinero en el bolsillo, solo para el taxi y para el botellón», por lo que no consumen tanto. Claro que, también hay que contar con otros factores, como el incremento en la seguridad de los menores, y el control al que se les somete para que no consuman alcohol.