En las últimas semanas, raro es el día en ningún peatón sufre un atropello en Zaragoza. Afortunadamente, las consecuencias rara vez llegan a ser mortales, como sí lo fueron en el caso del atropello de la calle Asalto, hace dos viernes. El segundo fallecido por atropello en lo que va de año. Pero sorprende la cantidad de peatones que han sufrido estos percances cruzando correctamente, por un paso de cebra. Y lo que es más llamativo, los conductores implicados no suelen dar positivo en el control de alcoholemia.

Tirando de hemeroteca --todavía no hay datos oficiales de la Policía Local del año pasado--, en el 2011 se produjeron 107 atropellos, casi la mitad de ellos (48) con prioridad para el peatón. Cuando se haga pública la memoria policial esta cifra aumentará considerablemente --en el 2010 fueron 297-, pero en cualquier caso, con dos meses transcurridos del 2012, los arrollamientos son ya 24, y en 14 de ellos el atropellado cruzaba un paso de cebra con preferencia. La proyección para todo el año sería de 144, un 34% más.

En el 2010, un 47% de las víctimas no habían cometido ninguna infracción. Los 297 atropellos del año suponían una bajada del 38% respecto a la media de los primeros cinco años de la década (412), y de un 20% respecto a los cinco siguientes (358), en una caída prácticamente constante desde el 2000. Aún no ha transcurrido suficiente para concluir que la tendencia esté revertiendo, pero como dice Miguel Ángel Bernal, delegado en Aragón de Stop Accidentes, no deja de ser "sorprendente" y "preocupante" que "cada día te encuentres con noticias de algún atropello".

Bernal no encuentra explicación a lo que considera un "lamentable" aumento de estos siniestros, "aún más sorprendente teniendo en cuenta que se han tomado medidas como la pacificación de vías a 30 kilómetros por hora". Una medida, por otro lado, que anima a potenciar, ya que "aunque parezca que no se nota en las cifras de atropellos, no es lo mismo un impacto a 50 por hora que a 30".

Concienciación

En cualquier caso, atribuye el aumento a la falta "de concienciación y concentración" de los conductores. "Quizá porque llevábamos tantos años con caídas constantes en el número de atropellos, los conductores nos hemos relajado, y no nos damos cuenta de que, con tantos medios de transporte como se usan hoy en la ciudad --en referencia a la bicicleta y el tranvía-- hemos de estar si cabe aún más atentos".

La solución vendría, a su juicio, por potenciar las campañas de advertencia a los conductores, que en los últimos años se han centrado en las carreteras --no deja de tener lógica, dado el número de fallecidos--, "dando de lado a la ciudad". Además, las campañas municipales "se han centrado en el tranvía, al ser el medio nuevo" pero según Bernal "deberían retomar los avisos a los conductores, antes de que las cifras de atropellos se vuelvan escandalosas".

Para Manuel Tafalla, presidente de la mutua de conductores El Volante Aragonés, las causas de este aumento son más profundas, y abarcan no solo la vigilancia policial, que se centra "en otras cosas", sino la crisis económica. "Aunque afortunadamente nuestros conductores no tienen muchos percances, sí nos llegan muchos partes y denuncias por discusiones. Por lo que sea, supongo que por la situación económica, los conductores se han vuelto mucho más agresivos, nerviosos y distraídos, y al final lo paga el peatón. Son demasiados factores para que el problema tenga fácil solución", concluye.

El 2012 no solo está siendo funesto para los peatones, también para los motociclistas, con tres fallecidos en lo que va de año. En este caso, los tres accidentes han sido por caídas, algo que para algunos colectivos de moteros podría ser achacable a las condiciones de la vía. Desde el club Indalo de Zaragoza, Joaquín Castiñera explica que la mayoría de los siniestros son por las "pinturas deslizantes, los alcantarillados --más hundidos de lo aconsejable-- o el mal estado del asfalto". Además de por la falta de requisitos --dos años de carnet de coche-- "para llevar un ciclomotor de 125 CC".