"Que las medidas de presión no se vuelvan contra nosotros. Tenemos que forzar más nuestra militancia". Con frases como esta arengaba ayer el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, a los trabajadores congregados en la asamblea. Porque resistir es la única posibilidad de salir victoriosos en el conflicto aunque, a la vista de los acontecimientos, cuesta mucho al bolsillo de los empleados. Tanto que el pasado día 29 tuvieron que organizar un evento en el barrio de La Magdalena para recaudar fondos para la caja de resistencia. El fondo comunitario de la plantilla destinado a compensar la pérdida de ingresos que para cada uno de ellos supone cada jornada de paros. Unos 300 euros mensuales, calculan, que prolongado en el tiempo hace complicado mantener ese más del 95% de seguimiento que están registrando día tras día tras casi dos meses de paros en el servicio.

Este tipo de actos para obtener más fondos demuestran que es complicado sostener esta huelga en el tiempo para todos. También para los trabajadores por el dinero que pierden. Y que en esta huelga, la empresa habrá dejado de ingresar ya más de un millón de euros, pero se habrá ahorrado también en salario cerca de 700.000 euros. Son los cálculos que el Ayuntamiento de Zaragoza saben que también maneja la contrata. Y lo que hace que la dirección pueda asumir con más comodidad una huelga más duradera. Más al menos que el esfuerzo individual de sus trabajadores.

La caja de resistencia mantiene la pérdida de ingresos y buscar más fondos quizá explica por qué transcurridos dos meses del inicio de los paros, la duración de los mismos sigue siendo idéntica a la del primer día. Algo poco habitual también.