La carne y los elaborados cárnicos son el segundo grupo de alimentos vetados por Rusia que más producción concentran en Aragón, con unas ventas al país de unos 40 millones de euros anuales. No obstante, lleva sufriendo estas restricciones en el último año y medio, cuando en abril de 2013 Rusia limitó a 24 el número de empresas españolas que podían venderle carne.

Los grupos de alimentos vetados por Rusia incluyen la carne de res, fresca o refrigerada y congelada; la carne de cerdo fresca, refrigerada y congelada; la carne y subproductos de aves domésticas, frescos, refrigerados y congelados, en especial, carne de pollo, pavo, pato y ganso; además de la carne salada, en marinada, seca y ahumada, incluidos el jamón y la paletilla, almillas y cortes de cerdo, cerdo de res en mitades, cuartos y cortes y harina alimenticia de carne o subproductos cárnicos. De hecho, el jamón fue portada de un diario ruso para ilustrar la prohibición. También afecta a elaborados cárnicos.