Al menos medio metro de altura más. La riada que está atravesando la provincia de Zaragoza estos días es una de las más voluminosas en cuanto a caudal pero, sobre todo, en el nivel que ha alcanzado el río y que ha rebasado motas e infraestructuras de contención. De hecho, los 6,09 metros que registró Zaragoza en la madrugada de ayer es el nivel más elevado del último medio siglo. Los datos históricos que se anotan en los anuarios de aforos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) reflejan con datos las percepciones que han manifestado alcaldes y vecinos de pueblos ribereños: con menos agua, el Ebro ha subido más y sus consecuencias han sido mucho más dañinas.

Tomando como referencia los datos de Zaragoza capital, la estación que cuenta con datos más antiguos, la conclusión es que, incluso con menos caudal, el nivel del río ha sido mucho más elevado respecto a su comportamiento en las últimas avenidas. El Ebro a su paso por la capital aragonesa registró ayer, entre las tres y las cuatro de la madrugada, 6,09 metros de altura, con un caudal de 2.610 metros cúbicos.

Nunca, según los registros de los últimos 50 años, se había alcanzado esta altura en Zaragoza. De hecho, hay que remontarse al año 1961 para encontrar algo similar o superior. Entonces se registró una de las riadas más dañinas de la historia de Aragón, con 4.130 metros cúbicos por segundo a su paso por la ciudad, pero sin datos oficiales sobre la altura que alcanzó el río. Las publicaciones de la época detallan que hubo zonas en las que se superaron los 6,5 metros de altura, pero en ninguno de los registros oficiales con los que cuenta el Ministerio de Medio Ambiente refleja este dato.

Curiosamente, sí se registra el nivel del río en la riada de marzo de 1930, en las que se anotaron 5,76 metros de altura. Ni en la del año 1952 (3.260 metros cúbicos por segundo) ni la de enero de 1961 (4.130) se refleja este dato en los anuarios del ministerio. Sí se refleja en las siguientes grandes avenidas. También en 1961, pero en noviembre, el Ebro volvió a pasar por Zaragoza cn 2.570 metros cúbicos de caudal, alcanzando los 4,36 metros.

En 1966, el 12 de noviembre el río alcanzó los 5,13 metros, con 3.154 metros cúbicos por segundo. A partir de esta gran avenida, el efecto de los pantanos de Yesa e Itoiz permite laminar el Ebro y se percibe cierta disminución en los caudales. En 1981, la altura alcanzada fue de 5,06 metros, con un caudal de 2.939 metros cúbicos por segundo. En 1992, los registros fueron de 4,69 metros, con 2.301 de caudal. Respecto a las más recientes, en febrero del 2003, el río atravesó la capital aragonesa con 2.832 metros cúbicos por segundo. Ese año, con un volumen de agua superior, el río alcanzó los 5,58 metros, medio metro menos que la que ayer atravesó Zaragoza. En el 2001, con un caudal de 2.282, el río alcanzó los 5,13 metros.

También se ve esta tendencia en los datos de medición de la estación de Castejón --ya en Navarra--, uno de los puntos en los que también se dispone de datos históricos: con un menor caudal que en el 2003, el río alcanzó más de medio metro más de altura. Si en ese año, el caudal fue de 2.882 metros cúbicos por segundo y se alcanzó una altura de 7,08 metros, el pasado viernes --cuando la cresta de la riada llegó al municipio-- se registraron 7,78 metros, es decir 70 centímetros más.