Rubi compareció ante los medios al término del encuentro para sintetizar la derrota del Huesca en La Romareda. El preparador catalán destacó la alta igualdad que imperó a lo largo del encuentro. El desarrollo de la contienda fue como mandan los cánones de estos partidos. Alta intensidad, duelos constantes y una sensación clara: el que fuera certero en una ocasión terminaría por llevarse los tres puntos. «Ha sido un partido disputadísimo, donde en la primera parte ha habido mucha intensidad y pocas ocasiones. En la segunda mitad hemos empezado bastante bien, hemos visto al equipo capacidad para tener el control de juego. Nos ha faltado ese último pase», aseveró el técnico catalán.

Rubi se refirió al tanto que precipitó su derrota. El gol de Javi Ros. Un balón que bate a Remiro después de un puñado de rechaces del meta, donde parecía que la pelota estaba destinada a acabar al fondo de las mallas. El preparador azulgrana aseveró que «era un gol totalmente evitable». Añadió que «nos ha faltado claridad en los últimos metros para encontrar ese pase que nos podía dar una situación de peligro». Rubi no consiguió que su equipo inquietase la meta de Cristian Álvarez, al cual solo le dispararon tres veces entre los tres palos en todo el encuentro.

El Huesca estuvo cerca de caer goleado en los instantes finales, ya que el Zaragoza contó con numerosas oportunidades para fijar un marcador contundente. El técnico azulgrana explicó que «con la lesión de Pulido lo normal era que nos hubieran metido el Segundo», concluyó.