La presidenta del Gobierno, Luisa Fernanda Rudi, remitió ayer a las Cortes el tradicional avance --comunicación-- del discurso que pronunciará el próximo miércoles en el Debate del Estado de la Comunidad. Su análisis, a modo de corolario de legislatura, no puede ser más triunfal: la economía vuelve a crecer, el descenso del paro es una "evidencia incontestable" y Aragón está "bien situada" para aprovechar los nuevos tiempos. El Ejecutivo genera confianza, según la lideresa, porque "es riguroso y estable". Y eso pese al "clima político hostil", que según Rudi existe en la comunidad.

Rudi hace su balance, que no tiene claroscuros, sino solo aspectos positivos. Los "desafíos extraordinarios" que se planteaban hace tres años "están siendo superados" en opinión de la presidenta. La imagen exterior de Aragón, dice, se ha regenerado. Prueba de ello es la confianza que los mercados tienen en la comunidad. El aval es la mejora de la nota de S&P, que parece ser suficiente para sacar a flote la legislatura del PP en el Pignatelli.

SIN AUTOCRÍTICA Ni siquiera el déficit, que Aragón incumplió en el 2013 y que sigue descontrolado en el 2014 es excusa suficiente para que Rudi haga un ápice de autocrítica. Es más, aprovecha para agarrarse a la herencia al recordar que el 2010 se cerró con unos números rojos de 997 millones y 220 de gastos sin contabilizar. El 2013, en cambio, el déficit fue de 666 millones cifra que Rudi la presidenta achaca al Plan Impulso, que "tan buenos resultados dio en materia de empleo".

La jefa del Ejecutivo minimiza que se rebasara el objetivo de déficit. Y eso que se saldó con la salida del consejero de Hacienda, José Luis Saz, y que ha obligado a la comunidad a presentar un Plan de Reequilibrio Económico-Financiero. Tampoco dice nada de que en este ejercicio se ha alcanzado ya el 0,60% del déficit, cuando el permitido para todo el año es el 1%. Ni de que se han tenido que pedir 62,5 millones al Estado para poder pagar a los proveedores. Una decisión que no se ha explicado en el Parlamento.

Pese a ello Rudi insiste en que entre las prioridades de su Gobierno figuran la "responsabilidad, la transparencia y el buen uso de los recursos públicos", dice en el avance de su discurso. Unido a la protección de los aragoneses de los "peores efectos de la crisis". Para ello "se han movilizado todos los recursos públicos disponibles", y se ha blindado el peso presupuestario de las políticas sociales.

Asegura haber abordado una "profunda agenda reformista" para regenerar el tejido productivo e impulsar la modernización "integral" de la comunidad. No detalla en qué ha consistido, ni cuáles han sido los resultados.

Insiste en que Aragón se ha convertido en un territorio "atractivo" para las inversiones y que se ha mejorado la "posición relativa" respecto al resto del país. "La gran mayoría de los indicadores nos sitúan mejor que la media", señala. Así se ha logrado, dice, hacer de la comunidad un territorio "cada vez más importante en España y en el conjunto del sur de Europa". Nada sobre los escasos avances en las comunicaciones transfronterizas con Francia o que ni siquiera se haya reunido con el presidente de la Generalitat, Artur Mas. En tres años no se ha instalado en Plaza, la plataforma logística más importante desde Burdeos hasta Zaragoza, ni una sola empresa de peso.

Y si todo marcha tan bien es gracias a un Gobierno como el que preside, que es "riguroso y estable", y que ha sabido mantener su "rumbo", pese a que ha tenido que enfrentarse a un "clima político hostil". No especifica a qué se refiere con esa hostilidad. Más que nada porque el debate parlamentario en Aragón ha sido estos tres años de guante blanco. Parte del éxito de Aragón Rudi se lo atribuye también al pacto de gobernabilidad con el PAR, que ha sido "la base sobre la que se ha asentado la salida de la crisis" en la comunidad y la "recuperación que estamos comenzando a experimentar".

Pero para Rudi lo que realmente evidencia el éxito de su gestión son los datos de paro. Según ella, la legislatura comenzó "destruyendo empleo", pero ahora mismo ya se está creando de "manera sostenida". El número de desempleados está por debajo de las 100.000 personas, recuerda. "Nuestros datos relativos son claramente mejores" que los de otras comunidades, explica la presidenta.