El Gobierno de Aragón se ha visto obligado a retirar el presupuesto del 2012. El proyecto se encontraba ya en plena tramitación parlamentaria, que ahora deberá empezar de nuevo. La consecuencia más inmediata es que su aprobación definitiva se retrasa otra vez, después de que la DGA ya lo presentase en las Cortes más tarde que nunca. La nueva estructura del Ejecutivo obliga a la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, a tomar esta decisión que ayer indignó a todos los grupos de la oposición.

El Gobierno aprobó sus presupuestos el 12 de diciembre. Y en menos de un mes ya se ve obligado a retirarlo. Una eventualidad nunca vista en la comunidad autónoma. El motivo es que en las cuentas iniciales se contemplaba una estructura departamental, en forma de secciones, que ahora, tras la creación de la consejería de Industria, y el traslado de la corporación empresarial de Hacienda a Economía, se ha visto modificada. Así que el Ejecutivo debe adaptar el proyecto y acomodarlo al organigrama actual.

CONSEJO DE URGENCIA De hecho, el próximo lunes se celebrará un Consejo de Gobierno extraordinario en el que se aprobará el nuevo presupuesto, que será remitido inmediatamente a las Cortes de Aragón para iniciar, de nuevo, su tramitación. Deberán comparecer los tres consejeros que han visto modificados sus departamentos: Arturo Aliaga, como titular de Industria e Innovación --que además asume dos direcciones generales que estaban en Economía--; José Luis Saz, como responsable máximo de las cuentas, para explicar las líneas maestras de los cambios, y Francisco Bono, porque su negociado asume la responsabilidad de la corporación de empresas públicas, al irse Mario Garcés de Hacienda. Desde la DGA ayer se quiso quitar hierro al hecho de retirar el presupuesto del 2012. Se aseguró que solo se harían ajustes "técnicos", que no afectarían a la globalidad del proyecto y que, en todo caso, el retraso que conllevaría sería de, como máximo, de 15 días, lo que a efectos prácticos no tendría consecuencia en su aplicación. Un argumento que no convence a ninguno de los grupos de la oposición, que ayer cargaron con crudeza contra el Ejecutivo, al que tacharon de "chapucero".

Lo cierto es que el Gobierno se ha tomado su tiempo para retirar el presupuesto. Primero lo han estudiado los servicios jurídicos de la DGA, que han recomendado esta medida. De haberlo hecho nada más anunciar la remodelación se habría ganado una semana. O incluso no habría sido necesario hacerlo si Luisa Fernanda Rudi hubiera optado por sustituir a los consejeros salientes sin modificar la estructura.