Todo sabe ya a elecciones en las Cortes de Aragón, las preguntas, las respuestas, incluso las variadas tapas del bar. La economía, crucial esta legislatura, no podía faltar en esta recta final; tampoco en la sesión de control de ayer. Gobierno y oposición volvieron a zarandearse como bloques estancos. La presidenta Luisa Fernanda Rudi desoyó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y volvió a decir que no subirá los impuestos. La oposición la acusó de empobrecer a los aragoneses, y puso en duda su santo Grial, su gestión: al cuestionar el cumplimiento del déficit, y poner de relieve una deuda que engorda en las arcas públicas de la comunidad.

El último repecho de esta legislatura se le está atragantado a Rudi. Todo se torció al incumplir el déficit del 2013. Este ejercicio el Gobierno va por el mismo camino. De ahí que Montoro le diese hace unos días una solución para sus apreturas contables: subir los impuestos para mejorar los ingresos. Ayer la presidenta lo negó. Evidenció que las relaciones con Madrid conocieron mejores tiempos, y que ahora priman las urgencias del terruño: ganar las elecciones.

MENOS INVERSIÓN

Respondía la jefa del Ejecutivo a una pregunta de IU. Adolfo Barrena criticó la gestión económica del Pignatelli, que "no está cumpliendo sus objetivos, y eso afecta a los aragoneses y lastra el crecimiento". Auguró que tras el fiasco del 2013, este año el problema se "agravará". "Aragón es la comunidad que está pagando la deuda más cara y eso se nota en la inversión. La recaudación está bajando y eso significa más ajustes y más pobreza", dijo el portavoz.

Rudi defendió la buena salud de la economía aragonesa y rechazó subir los impuestos porque iría en contra de la actividad. Tampoco aceptó que la pobreza se esté agravando. Aunque en este caso contestaba al portavoz del PSOE, Javier Lambán. Para el socialista desde que el PP gobierna, los aragoneses "son más pobres, más desiguales y menos libres".

SENCILLAMENTE ATROZ

Lo aliñó con datos: más del 22% de la población aragonesa vive por debajo del umbral de la pobreza; el 27% de los menores están en riesgo de exclusión y 35.000 hogares tienen a todos sus miembros en paro. "Sencillamente atroz", zanjó Lambán. La presidenta le recordó que el aumento de la pobreza está ligado a la crisis económica pero con una clara diferenciación en Aragón, ya que los estudios "independientes" demuestran que fue mucho más rápido su crecimiento del 2008 al 2011 y desde ese año el incremento se ha "ralentizado y está por debajo de la media nacional".

Si en lo malo está mejor que el resto, en lo bueno ocurre lo contrario. Se lo dijo la jefa del Ejecutivo al portavoz de CHA, José Luis Soro. "Aragón en sus parámetros evoluciona por encima de la media, será el clima, el cierzo... Pero la calidad de los servicios sociales está mejor que la media", dijo. El diputado nacionalista le echó en cara a Rudi que no tenga un proyecto "estratégico". Y que haya adaptado su discurso "a los errores" y "fracasos". "Ahora --le dijo-- ya no dice que hace más con menos, sino igual con menos". Para colmo el déficit está "descontrolado".

Ninguna de las críticas hicieron mella en Rudi, menos ufana que en los primeros compases de esta legislatura, pero dispuesta a hacer valer una verdad que sirve a todo Gobierno que se precie: Aragón está mejor que la media y menos mal que la media. Con este flotador, el de los datos macroeconómicos, la presidenta quiere llegar con credenciales y garantías a los comicios del 2015. Ya no le sirve el control del déficit, otrora parapeto y orgullo patrio, que está a un tris de reventar la cota fijada por Montoro --se ha llegado al 0,8% y el máximo es el 1%--. Tampoco la deuda, que supone ya el 19% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad. Más que cuando llegó el PP al Pignatelli.