Los recortes presupuestarios en diversas áreas de la educación y la cultura han enfrentado al Gobierno de Luisa Fernanda Rudi con la Universidad de Zaragoza.

Los políticos del Pignatelli no parecen dispuestos a financiar la reforma de la Facultad de Filosofía y Letras --cuyos techos se caen sobre las cabezas de los estudiantes-- ni a concluir las obras de la Facultad de Educación --cuyos alumnos se cobijan bajo techos provisionales.

La reforma de Educación se encuentra en su fase central. Las obras están por concluir y por pagar --falta abonar nueve millones de euros--, por lo que, de momento, y nadie sabe hasta cuándo, las clases, con las molestias y condicionamientos que ello supone, se reparten en cinco centros: San Juan Bosco, Interfacultades I y II, Colegio Mayor Cerbuna y Facultad de Geológicas.

El decano, Enrique García, y su equipo se esfuerzan por mantener los niveles de calidad en un centro neurálgico, como Educación, que aglutina a 200 profesores y 2.400 alumnos, y de cuyo funcionamiento, en buena medida, depende la formación de nuestros docentes y el nivel de la enseñanza.

Si las obras se interrumpen, como ha anticipado, en su afán recortador, el consejero autonómico Mario Garcés, decano y rector temen tener que hacer frente a un encarecimiento de la obra contratada, hasta una cantidad que podría dispararse a los 18 millones de euros.

En esta difícil situación, no sólo para las Facultades de Letras, sino para el conjunto de la universidad, el PAR, socio del PP en el Ejecutivo presidido por Luisa Fernanda Rudi, ha apuntado, por boca de su portavoz, Alfredo Boné, una posición discrepante. Por ahí, por la disensión del socio, podría empezar a fraguarse un consenso con el rectorado, a fin de no aplicar en el campus la receta neoliberal y ratificar con urgencia las inversiones más perentorias (incluidas, por otro lado, en el plan de infraestructuras).

De lo contrario, si esas obras ni se concluyen ni se acometen, si el Gobierno aragonés se desentiende de su gestión y competencia universitaria, pondrá en pie a los estudiantes y se enfrentará a una bronca y costosa polémica.

Durante su campaña, tanto a nivel nacional como regional, el PP de Mariano Rajoy declaró que había dos áreas intocables, Sanidad y Educación, prometiendo respetar sus compromisos. Cumplan.