El PSOE está tan interesado en escenificar que el proyecto de Mariano Rajoy está supuestamente "acabado" que ni siquiera le replica a través de Pedro Sánchez, su líder, candidato y rival directo del presidente. En un gesto sin apenas precedentes, los socialistas contestaron al jefe del Ejecutivo antes de que este diera sus explicaciones, y el encargado de hacerlo fue el secretario de acción política, el exlendakari Patxi López, quien acusó a Rajoy de "querer sacar a España de la crisis para llevarla a la pobreza", criticó a Podemos por liderar "aventuras que llevan al abismo" y presentó al PSOE como el único partido capaz de impedir la reedición de un Gobierno del PP.

"Solo va a haber dos posibilidades: o sigue Rajoy o gobierna Pedro Sánchez para llevar a cabo un cambio seguro, sin locuras", insistió López, quien también se dirigió directamente a los catalanes. "Os queremos --dijo--. Todos juntos vamos a hacer un país integrador y abierto".

Solo varias horas después, al final de la tarde, apareció Pedro Sánchez. Fue en el congreso de los socialistas madrileños, que coronó como nueva secretaria general a Sara Hernández (la preferida por la dirección del partido) y evidenció de nuevo que la federación madrileña continúa dividida.

"Mariano Rajoy ha gobernado solo y contra todos. Hay que poner fin a su gobierno y solo nosotros lo haremos realidad", dijo primero. "El desafío soberanista se habría evitado si Rajoy no hubiera sido presidente. El mejor aliado de Artur Mas es Rajoy en la Moncloa", añadió.

OPTIMISMO REPROBADO

El secretario general del PSOE reprochó a Mariano Rajoy durante el mismo acto el optimismo del que había hecho gala en su comparecencia matutina, y le recordó que hay 3 millones de parados sin prestación, 13 millones de españoles en riesgo de pobreza y 2,5 millones de españoles pobres a pesar de tener un trabajo.

El líder del PSOE acusó al jefe del Ejecutivo de generar la "mayor fractura económica, social, territorial y política" de la "historia reciente" de España y le responsabilizó de causar división en Cataluña.

Por su parte, el jefe de Ciudadanos, Albert Rivera, calificó de "agotado" a Rajoy, y lamentó que no ofrezca alternativas que seduzcan a los catalanes. "Comparto la preocupación de Rajoy por el desafío separatista, pero no su solución, que es no hacer nada", señaló. Para Rivera, es urgente impulsar medidas para evitar que crezca el independentismo entre los catalanes.