El preacuerdo alcanzado ayer entre la dirección y la mayoría del comité de empresa de Opel España fue recibido con satisfacción por la patronal y la clase política aragonesa.

Así, CEOE Aragón valoró como «muy positivo» que se alcanzara ese principio de acuerdo, que, en su opinión, es «una nueva muestra de la responsabilidad que ha caracterizado la actuación de ambas partes en anteriores ocasiones». «Siempre han sido capaces de negociar y llegar a acuerdos por el bien de la fábrica, incluso en situaciones complicadas», subrayó la patronal aragonesa, que destacó que el convenio se extienda durante cinco años: «Eso genera buenas perspectivas para el futuro tanto de esta factoría como del conjunto de empresas auxiliares del automóvil y sus empleos».

Además del presidente Lambán, el PP aragonés también reaccionó al preacuerdo y mostró su «confianza» en que sea ratificado por el conjunto de la plantilla de la factoría.

NO SOLO EN ARAGÓN

El desenlace del conflicto laboral no preocupaba solo en Aragón. Los sindicatos a nivel nacional y toda la industria española del automóvil han estado en los últimos días muy pendientes de la negociación. El ministro de Economía, Luis de Guindos, que no se refirió al conflicto hasta el día de ayer, instó al grupo PSA y al comité de empresa a que «pongan todo su empeño en llegar un acuerdo que permita mantener el funcionamiento» de la factoría y «atraer nuevas inversiones».

En declaraciones remitidas a los medios de comunicación, Guindos aseguró que en el ministerio se están siguiendo muy de cerca el proceso de diálogo entre empresa y sindicatos para un nuevo convenio. «La industria del automóvil es esencial no solo para la economía aragonesa, sino para el conjunto de España», explicó el ministro. Por ello, confió en que se consiga un «buen acuerdo».

En parecidos términos se expresó la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que llamó a la «responsabilidad» y al «compromiso» de las partes involucradas para cerrar un pacto que permita mantener la carga de trabajo en la factoría zaragozana.

Desde la experiencia de presidir una comunidad donde el sector de la automoción también pivota alrededor de una factoría como la de PSA en Vigo, Alberto Núñez Feijóo recomendó a la planta Figueruelas que se adapte al modelo vigués, «si se lo ofrecen», y que «haga un esfuerzo».

Por su parte, los secretarios generales de los sindicatos CCOO. y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, se mostraron confiados en que las negociaciones finalicen con un acuerdo que permita mantener el empleo.y los derechos laborales de los trabajadores de la factoría.