Emilia Gutiérrez es la cuñada de Enrique Comín, uno de los ciclistas fallecidos en el accidente ocurrido anteayer en Botorrita (Zaragoza). Desde anoche, que se enteró de la puesta en libertad de L. M. P. por EL PERIÓDICO, reconoció estar "sorprendida e indignada", al igual que el resto de familiares, amigos y conocidos del hermano de su marido. "Se está más tiempo detenido por robar pan que por matar", recalcó.

Gutiérrez admitió que no creía que la jueza "fuera a tomar esa decisión, principalmente por lo que rodea a la muerte de estas dos personas, el alcohol al volante". "Cuando se conduce no hay que beber nada y las consecuencias de ello deben salir caras", aseveró.

RAPIDEZ "Ahora parece que cada uno puede hacer lo que quiera porque no estás ni un día en el calabozo", apuntó Gutiérrez, a la vez que destacaba la rapidez con la que fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, en funciones de guardia, para evitar que durmiera en dependencias policiales.

También criticó el hecho de que se permitiera a L. M. P., de 62 años, salir por una puerta auxiliar de la Ciudad de la Justicia de la capital aragonesa para evitar ser fotografiado por los medios de comunicación que esperaban su salida por la puerta principal del edificio.

Por el contrario, quiso agradecer la labor del fiscal Raúl Miranda por solicitar su ingreso en prisión provisional. El representante del ministerio público justificó esta petición a que, a su juicio, "existió una conducta de temeridad muy alta" y apuntó a que, en estos momentos, la Dirección General de Tráfico (DGT) está llevando a cabo una serie de campañas de vigilancia y concienciación y "hay que decir a la sociedad que somos contundentes a la hora de castigar la embriaguez al volante". La indignación dará hoy paso al dolor en el último adiós a los dos ciclistas en el cementerio zaragozano de Torrero.