La situación del campo aragonés empieza a ser insostenible si continúa este periodo de sequía que en algunas partes de la comunidad se prolonga ya por espacio de cinco años. Y las perspectivas no indican que vaya a mejorar en el medio plazo, pues se prevé un inicio del invierno cálido y seco. Si no llueve antes de final de año, la situación del próximo año será aún más complicada de lo que ya lo está siendo. De hecho, el sindicato agrario UAGA ha estimado unas pérdidas medias en los agricultores que se dedican al cereal de secano de más de 3.800 euros por explotación.

Según las preocupantes estimaciones de la organización, la cosecha de cereal de invierno fue de un 20,5% más baja que la campaña del 2016 y un 11,5% inferior a la media de las cosechas de los últimos cinco años. La sequía ha afectado este año al 35% de las explotaciones de cereal de secano de Aragón; unas 8.300 explotaciones situadas en la provincia de Teruel y en las comarcas zaragozanas de la margen derecha del Ebro, donde con más intensidad está azotando la sequía, y donde los embalses se encuentran en situación de emergencia.

La peor parte, se la ha llevado la Comarca del Jiloca. Allí la falta de lluvias ha hecho perder 140.000 toneladas, lo que se cuantifica en aproximadamente 23 millones de euros. «Los agricultores afectados por esta situación, están económicamente asfixiados ya que es la cuarta campaña que sufren la sequía», indican desde UAGA.

A corto plazo, preocupan las cosechas de dos de los cultivos más abundantes del secano en Aragón, la oliva y la almendra. En ambos casos se espera una producción menor que en años anteriores debido a la falta de agua, lo que además provocará un encarecimiento del producto y, concretamente, del aceite.

En ambos casos, las cosechas previstas serán un 30% inferior a las de años anteriores, donde ya se estaban produciendo episodios de sequía.

Pero no solo en la parte sur de la cuenca hay problemas, sino también en la zona norte, la más húmeda. En las comarcas del Pirineo no hay nada de pasto para la ganadería extensiva y se ha perdido un 60% de la semilla de la siembra de vezas y raygrass, por lo que en primavera tampoco habrá pasto. La ganadería hace días que está estabulada. En otras comarcas los rebaños están aprovechando rastrojo de maíz, hojas de viña, hierba entre frutales… ya que los pastos permanentes están secos y además no se espera que se regeneren, por las bajas temperaturas, aunque lloviera.