-- La página web del PSOE publicó una lista con los impagados de la Fiesta de la Rosa. ¿Fue una jugada de Lambán contra usted y su círculo de colaboradores?

--No me enteré de nada. El pago pasa por secretaría y se les olvidaría. Es absurdo pretender que los que estamos en este tipo de bagajes nos dediquemos a estar pendientes de un pago.

--Pero lo importante no es si pagó o no, sino el hecho de que el PSOE colgase la lista en la página web.--Es una imprudencia. Como he sido más años juez que político, así lo veo. Alguien ha cometido un error y un error importante, es indudable, pero no tengo claro quién es el responsable. No quiero acusar a nadie y menos al secretario general.--¿Se siente querido en el partido?--Por mucha gente, sí. Soy el único al que se lo han demostrado. No aterricé de Madrid siendo candidato. Lo fui después de unas elecciones primarias que gané con el 60% de los votos de los militantes. Además, se hace patente el cariño en la vida ordinaria. El resto no me interesa mucho.--¿Cuándo se sabrá si recibe el respaldo de su partido para ser el candidato del 2011?--En el segundo semestre del año. La primera vez tuve que ir con primarias, la segunda con dificultades, la tercera un poco más cómodo y esta vez es que no me dejarían dejar de serlo por una razón evidente... en la misma tacada no se pueden ir los dos referentes más importantes desde el punto de vista electoral. Aunque si lo quiere el partido me voy, más feliz que nadie y mi mujer más feliz que yo. Si dijera que no me presento, me perseguirían con un hacha. De hecho, me perseguirían mucho más si digo que no me presento que si lo hago. La aclamación sería total.--Su defensa a Eva Almunia como sucesora de Marcelino Iglesias levantó ampollas entre algunos miembros de su partido.--No, en el partido, no. Como siempre, las ampollas se levantan en el mismo sitio.

--¿Se siente querido en el partido?

--¿Cuándo se sabrá si recibe el respaldo de su partido para ser el candidato del 2011?

--Su defensa a Eva Almunia como sucesora de Marcelino Iglesias levantó ampollas entre algunos miembros de su partido.

--¿Por qué el enfrentamiento con Javier Lambán es continuo?--Enfrentamiento, no. Yo nunca me he enfrentado con él.

--Pues él con usted.--Eso es otra cosa. Cualesquiera que sean los argumentos que él utilice, yo creo que no estoy para discutir con un cargo orgánico del partido.

--¿Está cansado de ser alcalde de Zaragoza?--La verdad es que no. Por muchas cosas. El proyecto con el que empezamos a gobernar no está terminado. Nuestro proyecto supone, básicamente poner en marcha necesariamente la orla este, incluida Floralia, y nos falta también cerrar por el norte, a ser posible con terrenos militares que es la asignatura pendiente. Y, después, en el tránsito hay que dar cada vez más relevancia internacional a la ciudad.

--¿Se ve creciendo en votos en el 2011?--Sinceramente, sí.

--¿El PSOE alcanzará la mayoría absoluta?--Si el factor nacional no tuviera excesiva importancia, tendríamos sin duda un resultado mejor. En cualquier caso, mayoría absoluta no lo creo. Pero una mayoría suficiente para poder formar gobierno con cualquier otro grupo, sí.

--Ha tenido conflictos ideológicos importantes con la izquierda de esta ciudad, con temas como el crucifijo o la calle a Escrivá de Balaguer. ¿Lo hace por convicción personal?--Estoy convencido de que son absolutamente correctas las dos decisiones. No tengo ninguna duda. La del crucifijo la resolverán los tribunales porque hay un recurso. El crucifijo es lo más caro que hay en este ayuntamiento porque desde el siglo XVII se juraba ante él. Si eso no encaja en la excepción de interés artístico e interés histórico... Y en el caso de la calle es todavía más evidente. Hay una fobia determinada en algunos medios a todo lo que suene a Opus Dei, pero insisto que aquí ponemos calles a gente que ha tenido trayectorias bastante más discutibles desde el punto de vista ético que el santo aragonés y, sin embargo, no se oponen. Méritos los tiene, aunque no le guste a la izquierda.