A las 15.32 horas, escoltados por varios furgones y un helicóptero de la Guardia Civil, un camión lleno de obras de arte entraba en el monasterio de Sijena, lugar del que hace décadas salieron de forma ilegítima y lugar al que volvieron procedentes de Lérida en acatamiento de una orden judicial. Acaba así, al menos de momento, una larga e intrincada historia que desembocó ayer en emociones compartidas entre las autoridades del Gobierno de Aragón, técnicos de Cultura, el alcalde de Villanueva de Sijena, partidos políticos aragoneses y vecinos que, procedentes de varios puntos de Monegros donde un día se expolió su patrimonio, no ocultaron su satisfacción al ver que por fin se cumplía con la Justicia. Siginificativas fueron las lágrimas de desahogo tras horas de emoción contenida de algunos técnicos de Cultura con la consejera, quien agradeció a todos los protagonistas de esta historia el trabajo realizado durante años.

De las 44 obras que debían volver por una providencia firmada en un juzgado de Huesca, llegaron 43, que se suman a las 51 que el verano pasado llegaron también procedentes de Cataluña. Ayer se perdió una en el museo de origen, el de Lérida. El pasado verano, hubo dos que también se extraviaron en Barcelona. Eso a pesar de que durante meses las autoridades catalanas han menospreciado la capacidad de conservación del patrimonio en Aragón y han exaltado las virtudes museísticas y conservacionistas de los técnicos catalanes.

La plataforma ciudadana Sijena Sí cantaba en bucle su himno, un himno que habla de «justicia y dignidad». También cantaron a Labordeta, cuyas letras ayer aún cobraban más sentido bajo los ocres de los farallones monegrinos y la vega del Alcanadre sobre la que reposan los muros milenarios de este monasterio, maltratado en tiempos por todos y hoy dignamente reivindicado por Aragón.

La consejera de Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, se fundía en un emocionado abrazo con el director general de Cultura y Patrimonio, Ignacio Escuín, que había supervisado en Lérida el complejo pero eficaz traslado de las obras.

La relación proporcionada por el Gobierno de Aragón da magnitud del valor de las obras que a partir de ahora en un plazo no muy lejano volverán a exhibirse en su emplazamiento original. Entre las piezas que ahora retornan a su lugar de origen encontramos fondos de excepcional interés, como es el caso de tres cajas sepulcrales realizadas en madera policromada de la segunda mitad del siglo XV, uno de los escasos ejemplos conservados de este tipo de piezas. También entre este grupo de piezas se encuentran cuatro alabastros policromados que pertenecieron al desaparecido Retablo de Santa Ana, c.1529-1530 y que son obra de Gabriel Joly, uno de los artistas más reputados de Aragón de la primera mitad del siglo XVI, escultor francés afincado en Zaragoza y del que se tienen noticias documentales desde 1515 a 1538.

Además de estos siete bienes, los únicos que han permanecido expuestos al público de los 44 que se encontraban retenidos en el museo de Lérida, hay otra serie de relieves, esculturas y pinturas que deberán ser ahora evaluadas, para conocer su estado real de conservación y poder confeccionar un discurso museístico acorde con la categoría de la colección.

«Es de justicia» o es «un día histórico» fueron algunas de las frases más repetidas por los asistentes al sencillo acto de recepción de las piezas. Hubo representación de gran parte de los partidos. Elisa Sancho, del PSOE, Antonio Torres, del PP, Jesús Sansó, de Ciudadanos, Gregorio Briz, de CHA, o el propio Alfonso Salillas, alcalde de Villanueva de Sijena y destacado dirigente del PAR.

LARGO TRABAJO

La jornada de los técnicos, que había comenzado a las tres de la mañana, no concluyó con la entrega de las piezas. Se prolongó toda la tarde para fotografiarlas, estudiarlas y analizarlas. Comienza el proceso de desembalaje y comprobar el estado real de conservación. Una buena parte de las piezas --que estaban en depósito en un almacén del museo de Lérida-- está en muy mal estado, por lo que es probable que tengan que someterse a trabajos de restauración. Por tanto, no hay fecha para conocer cuándo se podrá exhibir en su totalidad el tesoro de Sijena que fue vendido de forma ilegal por la priora de la orden sanjuanista a la Generalitat y que dos sentencias han fallado que deben devolverse a este templo.

CELEBRACIÓN EN EL PUEBLO

A diferencia de las horas transcurridas con anterioridad en Lérida, la tensión se tornó en alegría, las palabras gruesas y los insultos en canciones. La expectación que ha causado este litigio en su desenlace aparentemente final --ya que hasta ahora nunca trascendió el interés mediático local-- se vio corroborado por la masiva presencia de medios de comunicación venidos de todas partes.

Nunca el patrimonio había interesado tanto. Lástima que el interés se haya despertado por pugnas políticas y enfrentamientos teritoriales que nunca deberían haberse producido.

Ayer hubo fiesta en Villanueva de Sijena, a pesar de que no era 4 de agosto. Pero sí fue el día grande de un calendario que hace años tenía marcado un punto rojo sin fecha concreta. Hoy sí conocemos esa fecha: 11 de diciembre del 2017. Por eso el pueblo se reunió, cuando el sol caía, en un local para brindar con cava aragonés y pastas. Para celebrar que en ocasiones en los cuentos gana quien tiene la razón. Para brindar porque, por fin, Sijena recupera su tesoro.