Representantes de los diferentes sindicatos sanitarios de Aragón aseguraron ayer que el cese de Huelin y Alcutén fue "una sorpresa" y expresaron su "temor" por las consecuencias que estos cambios pueden provocar en las diferentes negociaciones que se están tratando actualmente con el departamento de Sanidad. "Entendemos que el pacto con el consejero se mantendrá y habrá un cambio de rumbo hacia una política más restrictiva", apuntó Juan Urdaniz, de CCOO. Por su parte, Evangelino Navarro, de CSIF, consideró "una falta de respecto" que no se les comunicara la situación "cuando el martes estuvimos en una mesa técnica negociando con los responsables. Esperamos que nada cambie ahora", apuntó. Respecto a los desajustes presupuestarios de la DGA que han precipitado las destituciones, los colectivos consideraron que "el incumplimiento económico no es motivo" y apuntaron a una decisión "puramente política" para confirmar los ceses. "Ha sido una pérdida de confianza en la gerencia del Servet y del Salud. Creemos que son problemas de índole interna del departamento y no es lógico que lo bases en una cuestión de presupuesto", dijo Lorenzo Arracó, secretario general de Cemsatse. "La cifra del déficit se sabía que era mala y, en su día, ya se pudieron haber tomado medidas. Esperamos que nada de esto cambie el mantenimiento de la sanidad pública, que es lo fundamental", señaló Blas Gómez, de UGT. Por último, la Plataforma contra la Privatización de la Sanidad de Aragón y Marea Blanca acusaron al consejero Oliván de sacrificar "un par de peones" para evitar tener que rendir cuentas por su "pésima gestión".