Francia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Colombia, Nueva Zelanda, Australia y Malta tienen leyes claras sobre los rodajes en su territorio.

El sistema francés contempla bonificaciones del 30% a cambio de que la productora encargada de la película invierta en el país durante la duración de la grabación.

Ridley Scott tuvo suculentas ofertas de Marruecos y California, pero finalmente se decantó por las Islas Canarias por diferentes razones.