La incineración sigue siendo la opción más utilizada por las familias en el global de fallecimientos que se registran cada año en Zaragoza y, a pesar de eso, sorprende el escaso éxito que está teniendo el Jardín de las Cenizas. Al menos en lo que se refiere a la posibilidad de enterrar la urna y colocar el nombre de la persona fallecida para que permanezca allí su recuerdo. Han sido solo 70 casos en los tres años que lleva funcionando este espacio. Está siendo mucho más utilizada la opción de arrojar las cenizas al jardín para que descansen allí, de forma gratuita aunque sin nombre.