La prolongada ausencia de precipitaciones en la mayor parte de la cuenca del Ebro sigue propiciando que las reservas ocupen la media más baja de los últimos cinco años. La situación es especialmente preocupante en la margen derecha del Ebro, donde sigue sin llegar a la mitad de su capacidad total. Y eso que ha habido una ligerísima mejoría respecto a la semana pasada.

Los embalses de la Cuenca Hidrográfica del Ebro están al 75,9% de su capacidad, con 5.686 hectómetros cúbicos de los 7.490 que pueden albergar en su totalidad, después de aumentar un 1,1% su volumen hídrico en la última semana.

Según los datos proporcionados ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en la misma semana del año pasado la situación era de 6.294 hectómetros cúbicos y el 83,8% del total, mientras que el promedio de los años 2012 al 2016 resulta ser de 6.192 hectómetros cúbicos.

En la margen derecha, el nivel de la cuenca era el más bajo, llegando al 49,7%, con 309 hectómetros cúbicos de los 622 que puede albergar en su totalidad, tras haber subido un 0,3% esta semana.

En la actualidad, el agua embalsada no supera el promedio de los años 2012 a 2016 y está por debajo de la cifra del año pasado, mientras que el mínimo del último lustro en esta semana corresponde a 2012, con 5.532 hectómetros cúbicos. En el eje del Ebro, los embalses están al 71,5% de su capacidad, con 1.647 hectómetros cúbicos de los 2.304 de aforo total, tras subir un 1,7% la última semana.

Asimismo, los caudales del río siguen siendo especialmente bajos, aunque dupliquen el caudal ambiental. Ayer, en Zaragoza, el Ebro llevaba 54 metros cúbicos por segundo, aunque en línea descendente por la previsible ausencia de precipitaciones a corto plazo.