Visita fugaz la que hizo ayer la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, a Aragón para conocer el estado de los afectados por la riada del Ebro. Su agenda no incluyó las localidades anegadas en la comunidad, solo las de Navarra y La Rioja, pero sí acudió a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Zaragoza para conocer su funcionamiento e inspeccionar los trabajos realizados. Allí anunció que se va a realizar un estudio del río para acometer medidas preventivas y arremetió contra el Gobierno socialista de Zapatero por paralizar infraestructuras como el recrecimiento de Yesa y Biscarrués (que pertenece al eje del Gállego) que, en su opinión, "hubieran evitado los daños de esta avenida extraordinaria". Fue en Navarra donde anunció que el viernes el Consejo de Ministros aprobará indemnizaciones por valor de 11,5 millones, de los que 4 serán para la comunidad aragonesa.

En su estancia en la CHE estuvo acompañada por el consejero del ramo, Modesto Lobón, y por el presidente del organismo de cuenca, Xabier de Pedro, con el que tuvo pocas palabras, a pesar de estar bajo su adscripción. Eso sí, preguntó a lo trabajadores por qué fallaron las previsiones de esta riada. Estos le pidieron tiempo, ya que están investigándolo, aunque le señalaron que el cambio de motas como la que se construyó para la Expo 2008 o la concatenación de tres riadas consecutivas complicaron la situación inicial.

Tejerina justificó que se ha vivido "el episodio de precipitaciones y de deshielo más importante que se conoce en muchas zonas desde que hay registros". Y precisó que en zonas como Navarra hay que remontarse "a más de 130 años" con una acumulación de tal cantidad de lluvias, apostilló. Sin embargo, el impacto del deshielo en esta crecida apenas ha tenido incidencia, ya que se ha debido más al efecto de las intensas precipitaciones.

La ministra de Medio Ambiente resaltó que este tipo de avenidas "alteran" la morfología del río, por lo que una de las medidas que tiene previsto llevar a cabo es diseñar un estudio del Ebro para afrontar un dragado, en función de la normativa europea. "Hay que limpiar el cauce inmediatamente porque por encima de todo están las personas, la tranquilidad y la seguridad", matizó en alusión a las críticas de colectivos ecologistas que denuncian cualquier intervención en el cauce. La Confederación Hidrográfica del Ebro, no obstante, ya ha elaborado un anteproyecto de zonas con potencial de extracción periódica de sedimentos en el tramo medio del Ebro para mejora de la sección de desagüe y tener así un conocimiento más preciso del río a la hora de un futuro dragado.

García Tejerina aprovechó esta situación para señalar que "Aragón ha visto paralizados Yesa y Biscarrués. Si no hubiera sucedido hubiéramos dispuesto de más capacidad de regulación". Y eso que el pantano de Biscarrués pertenece al eje del Gállego, un río cuyos aportes no han contribuido a la magnitud de la riada.

La titular de Medio Ambiente, sin embargo, aprovechó para destacar el esfuerzo del Gobierno del Partido Popular para afrontar las infraestructuras necesarias. Y remarcó el papel de los pantanos del Ebro como Yesa e Itoiz para reducir en 800 metros cúbicos por segundo el caudal del río, ya que han tenido una vez más un efecto laminador de la riada.

También hizo hincapié en el Pacto del Agua en Aragón que --sentenció-- se encuentra al 80% de ejecución con más de 205 millones de euros invertidos por parte del Gobierno central. "A pesar de la crisis hemos invertido más de 850 millones de euros que servirán para que estas afecciones no se vuelvan a producir".