La autovía aragonesa ARA-A-1 continúa cerrada al tráfico en ambos sentidos a altura de Villafranca de Ebro (Zaragoza) con motivo de las inundaciones del río Ebro, que también han provocado el cierre de otros cinco tramos de carreteras autonómicas, provinciales y locales.

La autovía ARA-1, que une la NII y la AP-2 con la N-232 y que ha sido la afección más importante, está cortada desde ayer con motivo de la rotura que se produjo en la vía con motivo de la crecida del Ebro, han informado hoy fuentes de la Guardia Civil de Tráfico.

Hasta el momento, todos los esfuerzos se han volcado en las labores de prevención y contención de la emergencia, han informado fuentes del Gobierno de Aragón, que han explicado que es a partir de ahora cuando podrán empezar los trabajos de evaluación y reparación de daños en las infraestructuras dañadas.

En total son 5 kilómetros de vía los que están cerrados al tráfico de ARA-A-1, desde Villafranca a Belchite, cuya reparación es competencia de la empresa concesionaria, según las fuentes del Gobierno de Aragón, y en el que hay desvíos alternativos.

En la red autonómica de carreteras ha habido afecciones en tres vías que permanecen cortadas, una de ellas, en Pina de Ebro (A-1107), que conecta la N-99 y la N-232, una vía que se rompió intencionadamente para permitir el paso del agua y así aliviar la presión, carretera que deberá de ser reconstruida.

Además, están cortadas la carretera de Gallur (A-127), donde el río ya ha bajado, y la de Remolinos, que requerirán pequeñas reparaciones y que es la que une esta localidad con la AP68.

Por otro lado, hay otras afecciones en algunas vías secundarias de la Diputación Provincial, como Boquiñeni y Alfocea.