El exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril, viajó con sus dos hijas Patricia y Carolina y su esposa Elena a Brasil, en septiembre de 2006. Estuvo una semana y el coste de su estancia ascendió a 6.000 euros.

No lo pagó ninguno de estos cuatro imputados, tal y como señala la Policía Nacional, sino que lo hizo José Luis Albendea, un trabajador de Acciona que estaba destinado en la empresa Estudios Promocisón y Desarrollo Aragón y por la empresa consultora SPIM, que parece ser que se hizo cargo de las facturas.

El Cuerpo Nacional de Policía da fe de ello a través de un correo emitido por la agencia de viajes en el que el trabajador afirma que el trabajador de Acciona le había comentado que "se hace cargo de dos plazas y que las otras deben ser facturadas a Plaza".

Los investigadores detallan también en el informe que García Becerril realiza compras personales que son encargadas a la empresa responsable de los estudios de ingenería en Plaza, Intecsa-Inarsa.

CARGÓ UN ORDENADOR en el año 2007 esta empresa pagó un ordenador portátil a García Becerril a través del imputado Nicolás Groeneveld. En los correos afirman que se decanta por uno de la marca Sony y que "en la factura no debe aparecer la palabra ordenador, sino que se indique, por ejemplo, como servicios de asistencia técnica y reparación de ordenadores de oficina en la dirección de obra de urbanización de Plaza". "De esta forma podremos justificar los 2.000 euros que cuesta el equipo".

También le pide consulta a la dirección de obra de Intecsa-Inarsa sobre el cambio de la puerta trasera de un inmueble que resulta ser la vivienda del exgerente.

Afirma que "quiere eliminar o sustituir la tapia tan fea que hay por otra más elegante y además abrir una puerta al exterior de la calle".

Por otra parte, la Policía hace constar que en octubre del 2003 el exgerente se está instalando en su domicilio un equipo de vídeo doméstico, de unos 3.000 euros, que también habría pagado esta consultora de ingenería.

Todos estos supuestos favores los relacionan los investigadores con Pulsar, la empresa de las hijas cuyas únicas relaciones con terceros fue Intecsa - Inarsa, durante los años 2010 y el 2011, por valor de 50.000 euros.