Las fuertes temperaturas que se están registrando este verano --especialmente elevadas durante los últimos días-- se han cobrado ya tres víctimas en Zaragoza, una de ellas el pasado martes y las otras dos, en junio. Los tres fallecidos --de distintas edades, desde un joven hasta una anciana-- vivían solos o tenían algún problema de salud.

La muerte más reciente en Aragón por la ola de calor tuvo lugar el pasado martes, en el número 53 de la avenida de América de Zaragoza. La víctima, Juan Manuel S. T., de 45 años, que había estado vomitando, tenía una temperatura de 40 grados centígrados y su cuerpo estaba seco , síntomas habituales del golpe de calor, según explicaron a este diario fuentes sanitarias. Estaba en coma cuando llegaron los equipos médicos. Los intentos de reanimación no tuvieron éxito y la Hermandad de la Sangre de Cristo trasladó al fallecido al Instituto de Medicina Legal, donde le fue practicada la autopsia. Las fuentes aseguraron que el médico que atendió a Juan Manuel S. T. consideró como causa posible de la muerte un "golpe de calor con parada cardiorespiratoria".

EN SU AYUDA Trabajaba como celador en la Clínica San Juan de Dios y, según explicaron a este periódico sus vecinos, "siempre había vivido sólo y era una bellísima persona". Fueron precisamente los vecinos los primeros en auxiliarlo, hacia las ocho menos diez de la tarde, al oír cómo alguien respiraba con grandes dificultades en el rellano de la primera planta. Los habitantes del primer piso salieron a ver qué ocurría y se encontraron a la víctima apoyada en la barandilla de la escalera, con ahogos y muchos sudores.

Los servicios sanitarios llegaron con rapidez. "Estuvieron más de media hora intentando reanimarlo en la UVI móvil, y a nosotros nos pidieron hielos para bajarle la fiebre tan alta", explicó ayer una vecina, que aseguró que el fallecido tenía un aparato de aire acondicionado. El cuerpo permaneció en la UVI móvil hasta las once de la noche, en que el juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver.

"A Manolo no se le conocía familia, pero tenía unos amigos íntimos que viven en esta misma finca y que se han encargado de preparar el entierro", dijo un vecino. Juan Manuel fue trasladado ayer a la Clínica San Juan de Dios, donde a las 11.30 horas de hoy se celebrará su funeral.

En el edificio se comentaba la posibilidad de que la tarde en que murió Juan Manuel, éste "saliera al médico".

Era un vecino querido en la finca, en la que llevaba diez años, y conocido en el barrio. En algunos bares de la zona, a los que solía acudir, ayer se seguía comentando lo ocurrido.

Las otras dos muertes tuvieron lugar en la tercera semana del pasado junio, en la que los termómetros también alcanzaron temperaturas muy elevadas y nada habituales en esas fechas. Las víctimas vivían en Zaragoza. Una de ellas era una anciana que habitaba sola una buhardilla, estaba en situación de abandono social y tenía ciertas alteraciones psíquicas. La fallecida solía tener cerradas todas las ventanas y el tejado irradiaba calor, por lo que en el interior de la vivienda se superaban los 50º C. También murió por un golpe de calor otro joven zaragozano que tomaba diversos medicamentos que alteraban su temperatura, según fuentes sanitarias.