Repasando las cifras que arroja el balance económico del autobús de Zaragoza en el 2012, con la línea del tranvía ya funcionando y tras una reestructuración de rutas llamada a reducir el número de kilómetros a recorrer y el coste para el ayuntamiento, se observa cómo la empresa concesionaria, todavía denominada TUZSA, fue capaz de obtener 3,5 millones de euros más que el ejercicio anterior. Esta cerró el ejercicio pasado con 12,2 millones de euros de beneficio, cuando el anterior lo había hecho con 8,6.

Una ecuación perfecta en la que los desvíos por obras y supresión de trayectos se suma la reducción del número de usuarios, lo que lleva además al consistorio a tener que desembolsar más dinero en concepto de subvención al transporte, concretamente otros 3,6 millones adicionales, ya que si en el 2011 esta fue de 45,6 millones, el pasado año la cifra se elevó a los 49,2.

Los trabajadores y el comité de empresa lo vienen denunciando desde hace tiempo y el ayuntamiento, conocedor de esta circunstancia no tenía más opción que aceptar certificación tras certificación, que el coste del autobús para las arcas municipales aumentaba. Incluso haciendo obras y reduciendo recorridos. O, precisamente por ello, ya que los desvíos también obligaban a hacer itinerarios más largos en algunos casos.

CAUSA Y EFECTO

Por eso la esperanza del consistorio era la nueva contrata: un seguimiento más medido y un control más exhaustivo de los kilómetros a recorrer, para reducir la factura. Porque no se explica que tras la primera reestructuración de la red, la empresa sea capaz de hacer 330.000 kilómetros más en un año, pasando de los 21,08 millones del 2011 a los 21,4 del 2012. Pero cuando se debía empezar a hacer más efectivo, ahora con el actual contrato, la empresa mueve ficha y anuncia 153 despidos. Con una reordenación de líneas más severa y con la obligación de no superar los 18 millones de kilómetros al año, aunque ya se esté pensando, poco después de su implantación, en elevar la cifra a 18,5 millones. Además, si se cumplen los pliegos a rajatabla, la concesionaria no debería rebasar los 19,7 millones de kilómetros anuales en los próximos diez años.

Recortes equivale a despidos, una relación causa-efecto cuya fórmula aritmética se conoce desde la adjudicación: a 50 trabajadores por millón de kilómetros eliminados. Quizá porque el volumen de negocio, con el tranvía funcionando, ya no serán los 99,69 millones de euros que se alcanzaron en el 2012, que también aumentó en la misma proporción que los beneficios, ya que en el 2011 era de 96,1 millones. Quizá los cinco millones de euros que se ahorrará en personal le permita soñar con superar esos 12,2 millones de beneficios.