La Comisión Europea no tiene ninguna intención de mediar en el conflicto entre Cataluña y España y su presidente, Jean-Claude Juncker, lo ha dicho alto y claro desde Luxemburgo. Tampoco le agrada la idea de una Cataluña independiente porque sentaría un precedente y podría dar alas a otras regiones en Europa con reivindicaciones secesionistas. «Si dejamos que Cataluña se separe, otros harían lo mismo. No me gustaría», ha avisado.

El democristiano luxemburgués fue ayer más lejos que nunca en su reflexión. Teme que el resultado cree un efecto dominó que alteraría y haría imposible el funcionamiento de la Unión Europea. «No me gustaría tener una Unión Europea que en 15 años se trasformara en una Unión Europea de 98 países. Ya es difícil con 28, con 27 no será más fácil, pero con 98 imagino que sería imposible. Hay que hacer un llamamiento al sentido de la responsabilidad de todos los actores», advirtió sobre el posible efecto contagio a otros Estados miembros con problemas territoriales internos.

Como otros dirigentes europeos -esta misma semana lo hizo el presidente francés, Emmanuel Macron-, Juncker descartó la mediación que piden con insistencia la Generalitat y formaciones políticas europeas como los Verdes, y recordó que sin petición expresa de Mariano Rajoy -que el presidente del Gobierno español ya ha descartado-, las instituciones europeas tienen las manos atadas.

NO A LA MEDIACIÓN / «Hemos recibido peticiones de todas partes del mundo diciendo que Juncker debería mediar. No debe hacerlo. Si la Comisión, el presidente (Donald) Tusk, o el Consejo Europeo, fueran en esa dirección, cuando solo una parte lo pide, crearíamos más caos en la UE y por eso no podemos ni debemos hacerlo», sentenció de motu propio y sin que mediara ninguna pregunta. La misma conclusión a la que apunta la revista estadounidense Foreign Office en un artículo publicado ayer en el que advierte de que Cataluña «no se merece el apoyo internacional» y califica de «teatro político» el referéndum del 1-O.

La postura de Juncker no es nueva. El responsable comunitario parte de la base de que el conflicto que enfrenta a la Generalitat con el Gobierno central «es un asunto interno» y como tal debe ser resuelto por las autoridades y partidos políticos españoles. Pero en esta ocasión se ha permitido deslizar un ligero descontento con la gestión de Rajoy, a quien hace un tiempo le pidió que adoptara medidas. «He pedido al primer ministro español que tome iniciativas para que la situación en Cataluña no se descontrole. Algo se ha hecho, pero otras cosas no. Estoy muy preocupado por el hecho de que la vida en la comunidad parece ser muy difícil y ardua y de que todo el mundo intente recordar su identidad de una forma en la que esa identidad no pueda ser asociada con otras», avisó.

REUNIÓN CON SÁNCHEZ / Las explicaciones de Juncker se producen a escasos dos días para que finalice el plazo dado por Rajoy al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que explique por escrito si hubo o no declaración unilateral de independencia. Un asunto que preocupa en las instituciones europeas y al resto de jefes de estado y de gobierno de la UE, que el 19 y 20 celebran en Bruselas su tradicional Consejo Europeo de octubre. Precisamente el jueves, según el Ejecutivo comunitario, Juncker recibirá en la sede del Berlaymont al líder de los socialistas españoles, Pedro Sánchez.

Se trata de una reunión en la que Juncker «escuchará y discutirá cuestiones de interés común», ha explicado un portavoz comunitario sin precisar ni descartar que Cataluña será uno de los asuntos sobre la mesa. Además de a Sánchez, recibirá al primer ministro de Letonia y al de Italia, Paolo Gentiloni.