Los sindicatos celebraron en Madrid la movilización central de la jornada, en la que exigieron al Gobierno y a las patronales el fin de la precariedad laboral, así como unos empleos, salarios y pensiones dignas. La marcha estuvo encabezada por los secretarios generales de ambos sindicatos, Josep María Álvarez e Ignacio Fernández Toxo, a la que le seguirán otras movilizaciones en 40 ciudades hasta el próximo jueves.

La de Madrid transcurrió por la mañana desde la plaza de Neptuno hasta la céntrica Puerta del Sol, y en ella destacaron pancartas en las que se leía: «No a los recortes en servicios sociales. Las personas, primero», «Los jubilados estamos indignados», «Pensiones en peligro de extinción» y «Las políticas del PP nos llevan a la ruina», entre otras frases.

MÁS POBREZA / Álvarez reivindicó la necesidad de luchar contra la pobreza y las causas que la generan. «Exigimos cambios al Gobierno, al parlamento, porque las personas no tienen espera. La subida de los precios ha hecho un daño muy importante a estas familias», subrayó. «Hemos dejado la recesión, pero estamos muy lejos de dejar atrás la crisis», recalcó Toxo, que insistió en que la sociedad española es mucho más desigual que antes de la crisis.

Los sindicatos exigieron también la derogación de la reforma laboral y la subida de los salarios. «Los beneficios se tienen que repartir», añadió Álvarez. «Las pensiones se tienen que revalorizar», remachó, y a renglón seguido criticó de nuevo las propuestas del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, de elevar la edad de jubilación: «Hace gala de una insensibilidad absoluta, hay que tener vergüenza».

El anuncio de un invierno caliente que hicieron los líderes de CCOO y UGT después de reunirse con Mariano Rajoy se está cumpliendo. Tras el inicio de las movilizaciones el pasado 18 de diciembre, ambos sindicatos han planificado una nueva tanda de protestas hasta el día 23. Con esta nueva campaña de movilizaciones bajo el explícito lema A la calle, las centrales quieren mantener la presión sobre el Ejecutivo del PP y, como novedad, también sobre la patronal para dar un impulso a los salarios y las pensiones que permita contrarrestar el empobrecimiento de trabajadores y jubilados debido a una moderación salarial que se ha visto desbordada ampliamente por la escalada de la inflación.

INFLACIÓN DISPARADA / Con un índice de precios de consumo (IPC) interanual el pasado enero del 3%, el nivel más alto desde octubre del 2012, los sindicatos creen urgente dar un salto en la negociación colectiva para que los convenios empiecen a recoger aumentos de los sueldos con una horquilla de entre el 1,8% y el 3%. Tratan así de evitar una pérdida de poder adquisitivo que ya se produjo en el 2016, en el que los salarios subieron de media seis décimas menos que los precios. Una situación que ha empeorado en lo que va de año, pues, de momento, el 3% de inflación registrada en enero contrasta con una subida salarial pactada en los convenios del 1,19%, similar al promedio del año anterior.

A la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores en activo se une el empobrecimiento de los pensionistas, que han visto cómo su paga perdió 1,35 puntos en el 2016 por la diferencia entre el aumento del 0,25% que recibieron por parte de la Seguridad Social y el IPC del 1,6%, y que este año puede ser peor ya que solo se ha previsto un aumento del 0,25%.

CCOO y UGT apuntan a la responsabilidad del Ejecutivo de Rajoy en la subida rápida y «descontrolada» de los precios por el encarecimiento de servicios básicos como la electricidad, el gas, el combustible y la calefacción.