El 20% de los pasos de peatones de Zaragoza es todavía inaccesible para personas con movilidad reducida al tener bordillos que superan los dos centímetros de altura, lo que imposibilita que una persona con silla de ruedas pueda atravesarlos. Además, solo diez marquesinas en las paradas de autobús de la capital tienen información sonora o en braile, por lo que dificultan su uso por parte de las personas con problemas visuales o auditivos. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de Aragón (Cermi) sobre la accesibilidad en la comunidad aragonesa, que fue encargado por el Departamento de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón y que ya obra en su poder desde el pasado mes de diciembre.

El estudio se realizó durante tres meses y se visitaron casi 3.600 instalaciones para valorar el grado de accesibilidad de las mismas. En dicho trabajo de campo se examinaron tanto espacios de uso público (vías públicas, parques, jardines y mobiliario urbano) y edificios, tanto de uso público como edificios de uso privado. En todos ellos, seleccionados de manera aleatoria, se analizaron aspectos referentes a barreras físicas y sensoriales.

Gran parte del documento se centra en las infraestructuras de la capital aragonesa, en las que se ponen de manifiesto, pese a los avances registrados, algunas deficiencias en materia de movilidad. "La accesibilidad no es total, queda mucho por hacer, aunque tenemos que reconocer que en los nuevos barrios las cosas se hacen bien. Los problemas se circunscriben fundamentalmente a las zonas antiguas", indica el secretario general de Cermi en Aragón, José Antonio Bes.

RETRASO Bes ejemplifica estas asignaturas pendientes con la falta de semáforos acústicos en la capital aragonesa. "Solo el 5% en Zaragoza tiene esta característica. Aunque en la zona donde pasará el tranvía los van a generalizar llevamos un retraso de años en esta materia", relata.

Como dato más llamativo, el informe revela que la ciudad aún alberga un 20% de pasos de peatones todavía inaccesibles para las sillas de ruedas --327 de 1.242 analizados--. En concreto se han analizado los barrios de El Rabal, San José --cuyos resultados ya analizó este diario--, Centro y Santa Isabel. Y es este último el que pasa el examen con mejor nota, precisamente por ser una zona donde la expansión urbanística ha contribuido a las mejoras. Se lleva la peor parte El Rabal.

La estación de Delicias de Zaragoza también aprueba, tanto en trenes como en buses. Un dato positivo si se tiene en cuenta que solo el 11% de estas infraestructuras analizadas en el conjunto de la comunidad son accesibles. A pesar de ello, concreta el informe, "presenta problemas en el uso debido a las largas distancias" y en una rampa al párking.