Los cambios de hábitos y de demandas ciudadanas podrían condicionar el futuro de las tradicionales zonas de marcha en Zaragoza, una concepción que se tradujo en el ordenamiento municipal en las llamadas zonas saturadas, la herramienta que se creo en su día para conjugar los intereses de ciudadanos, hosteleros y vecinos. La del Casco Histórico es una de las que ha evolucionado a lo largo del tiempo desde su auge en la década de los 90. Numerosos bares han cerrado sus puertas y desde el colectivo vecinal se apuesta por impulsar un nuevo modelo de ciudad. Por eso el anuncio a finales del pasado año del teniente de alcalde Carlos Pérez Anadón de revisar las zonas saturadas ha sido muy bien recibido tanto por la plataforma Contemple, creada precisamente con este fin, como por la propia oficina del Plan Integral del Casco Histórico (PICH), que ya cuentan con un proyecto inicial sobre el que empezar a trabajar y que transformaría la zona en un espacio dedicado al comercio y al arte.

De hecho, esta misma semana se ha celebrado una primera reunión en la que se ha acordado continuar el estudiar la situación de las zonas saturadas del Casco Histórico para proponer una vez finalizado el estudio las medidas para corregir en su caso la situación de las mismas. De este modo, tal y como explica la portavoz de la asociación Zaragoza La Harta, impulsora de esta iniciativa, se procederá a a analizar las zona saturadas C (calle del Temple y entorno); D (Méndez Núñez); G (Predicadores); y H (San Miguel-Heroísmo).

UN PLAN MUNICIPAL

También se propondrá a la Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana la elaboración de un Plan de Regeneración para cada una de las zonas afectadas. "El objetivo es recuperar los indicadores óptimos de habitabilidad y regenerar su actividad económica y comunitaria", apunta Maza.

Ambas actuaciones se llevarían a cabo en el marco del PICH, aunque la plataforma creada para la rehabilitación de la zona del Temple ya ha elaborado un proyecto de regeneración de la zona del Casco, que pasa en primer lugar por el cumplimiento de la ordenanza contra el ruido, pero también --y este es uno de los puntos claves del debate de las zonas saturadas-- abriendo expedientes de caducidad de las licencias de actividad que lleven más de seis meses sin ejercer su actividad.

LICENCIAS

En principio se puede levantar la declaración de zona saturada cuando se comprueba que un 50% de las licencias dadas son de establecimientos ya cerrados. A falta de un estudio completo por parte de Urbanismo, el propio teniente de alcalde Carlos Pérez Anadón ha mostrado sus dudas de que se esta premisa se dé en áreas como la del Casco, no obstante sí se ha admitido que la situación que llevó a establecer las zonas saturadas ha cambiado. Por eso en el área de Urbanismo han comenzado ya un trabajo interno para tener un punto de partida para el debate. Un debate complejo ya que se entrecruzan numerosos intereses --muchas veces contrapuestos-- de todos los actores.

PUNTO DE PARTIDA

A pesar de ello, la creación de planes de regeneración de estas zonas es un punto de partida en el que parece haber coincidencias tanto en el seno del propio ayuntamiento, como de los colectivos vecinales y de los propios hosteleros. En principio desde la asociación de Cafés y Bares se está a la expectativa del futuro debate, aunque a su juicio debería ser "exclusivamente técnico", pero sí reconocen que la revisión de las zonas saturadas podría volver a introducir la hostelería tradicional.

Pero no se trata solo de la actividad hostelera. La propuesta de Contemple para el Casco Histórico contempla sobre todo una revitalización comercial del barrio, con la creación de un corredor por Alfonso, Contamina, la calle del Temple y la calle del Olmo hasta el Mercado. Un proyecto ambicioso que ya está sobre la mesa.